Martha Argerich - Nelson Goerner: Recital a dos pianos
UNA SIMBIOSIS MAGICA
Teatro Colón
Miércoles 19 de julio de 2023
Escribe: Graciela Morgenstern
Fotos: Arnaldo Colombaroli
Recital a dos pianos: Martha Argerich - Nelson Goerner
Programa: En blanc et noir, de Claude Debussy
Sonata para dos pianos en re mayor, K448, de Wolfgang A. Mozart
Danzas sinfónicas op.45b, de SergeiRachmaninov,
Martha Argerich y Nelson Goerner se presentaron en un recital a dos pianos, en la segunda jornada del Festival Argerich. Un concierto inolvidable que dejó al público extasiado porque fue perfecto desde todo punto de vista.
El programa, compuesto por En blanc et noir, de Debussy, la Sonata para dos pianos en re mayor, K448 y las Danzas sinfónicas op.45b de Rachmaninov, estuvo armado con mucha inteligencia, ya que permitió apreciar un abanico de estilos y la excelencia artística por parte de los intérpretes.
Fue especialmente notable la perfecta simbiosis entre ambos pianistas y la magistral calidad de sus ejecuciones.
En "En blanc et noir" exhibieronuna gama de colores y matices sonoros, precisión y brillantez y un perfecto entendimiento entre ambos, desde el primer movimiento. En el segundo, de corte más introspectivo, hubo un toque diáfano que quedó suspendido en la sala, como envolviéndola, para luego volver a la perfecta articulación de los pasajes rápidos en el tercero.
Luego de haber intercambiado pianos, realizaron una ejecución impecable de la Sonata para dos pianos en re mayor, K448, de Mozart. Ambos mostraron su solvencia estilística y técnica en los pasajes que requieren agilidad y energía, aunque sin excederse en la dinámica, con una sincronización perfecta. Así mismo, la sutileza fue la mayor característica del Andante, con fraseo impecable y matices que de pronto hacían que se pudiera distinguir cada uno de los pianos y en otros, se fundían en uno solo. Un momento sublime.
Ya en la obra final, las Danzas sinfónicas op.45b de Rachmaninov, volvieron a mostrar todo su virtuosismo, resolviendo patrones rítmicos de mucha complejidad, con una dinámica superlativa, absolutamente precisa. El segundo movimiento, magníficamente interpretado, dio un poco de sosiego, para después encarar el tercero que una vez más, demás está decirlo, sortearon de manera encomiable.
Y la sala abarrotada de público, se puso de pie para ovacionar a los artistas que regalaron, fuera de programa, "Bailecito", de Guastavino y "Scaramouche:Brasileira" de Milhaud, para cerrar una noche mágica.
CALIFICACION: EXCELENTE