Séptimo concierto del ciclo de la OFBA
Constantine Orbelian e Isabel Leonard en el Colón
Teatro Colón
Sábado 24 de junio de 2023
Escribe: Alejandro A. Domínguez Benavides
Fotos: Arnaldo Colombaroli, Teatro Colón
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires
Constantine Orbelian (Director de Orquesta)
Isabel Leonard (mezzosoprano)
Programa:
Gioacchino Rossini : "El barbero de Sevilla": Obertura - “Una voce poco fa”
Wolfgang Amadeus Mozart: "Las bodas de Fígaro": Obertura - “Non so più cosa son, cosa faccio” - “Voi che sapete”
Manuel de Falla: "El amor brujo": Danza ritual del fuego - Siete canciones populares españolas
Georges Bizet: Suite Nº 2 de "La Arlesiana": "Farandole"
Jules Massenet: Werther: “Werther!” (Aria de las cartas)
Georges Bizet: "Carmen": Preludio - “Habanera” - “Seguidilla”
Gerónimo Giménez: "La boda de Luis Alonso": Intermedio
Agustín Lara: “Granada”
Calificación: Bueno
No deja de ser un enorme desafío cantar con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y no con un piano como acostumbran la mayoría de los solistas que cantan, por ejemplo, en el Ciclo Grandes Intérpretes, pero no fue suficiente en el caso de la mezzosoprano Isabel Leonard.
No hallamos un término medio en este tipo de recitales o los artistas caen en el divismo exacerbado y hasta chocante o como en el caso de Leonard en una interpretación carente de emoción, muy contenida, apenas movió los brazos, ni siquiera un atisbo de actuación. Se paró frente al público y cantó con una voz agradable, un caudal medio y con buena técnica Una voce poco y fa y dos arias de Las bodas de Fígaro de Mozart que no generaron ninguna inquietud, le falta hondura en la búsqueda de los personajes. No mostró matices y surgieron algunas dificultades en la zona aguda. En las Siete canciones de Manuel de Falla, la pronunciación castellana no fue de lo mejor. Su acento norteamericano no ayuda demasiado al momento de interpretar esos españolísimos temas, sin embargo, a pesar de todo, logro una mínima expresividad en Asturiana.
En la segunda parte: más segura en el Aria de las cartas de Werther y en la Seguidilla de Carmen, hizo gala de su clara dicción del francés y nuevamente de su depurada técnica. No obstante, esta le sirvió de muy poco en la paupérrima interpretación de Granada, donde la Orquesta con generosidad le bajo algunos tonos para que encaje su voz con mayor gravedad.
Su actitud fue la de una artista suplente, no se apropió del escenario, trató de hacer bien su trabajo y buscó inconscientemente que la crítica diga que su presentación fue correcta. Y, sí lo fue, pero eso no es suficiente para estar en el Teatro Colón.
La Orquesta Filarmónica interpretó un repertorio estándar no se lució demasiado también estuvo correcta pese al director invitado.
Para el final de la noche, el primer bis de Lenard, lo mejor de la noche: Griserie” de "La Perichole" de Jacques Offenbach donde logró romper el corset y actuó un poquito.
Se engolosinó. Una pena. En los dos bises siguientes abordó el repertorio popular, que por más que le guste no lo hace bien. Su versión de Alfonsina y el Mar de Ariel Ramírez y Félix Luna fue un desacierto y para cantar El día que me quieras buscó la complicidad del público bonachón, en general complaciente, que disfruta aplaudir, impulsivamente y sin discernimiento.
