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Con solista y director argentinos

 

LA FILARMÓNICA NACIONAL DE UKRANIA

 

Escribe: Carlos Ernesto Ure

 

Jueves 16 de febrero de 2023

 

En estos tiempos bélicos tan vívidamente dramáticos para el mundo occidental, nos encontramos con una sorpresa. El sello Guild Music Ltd. de Londres acaba de editar un CD grabado por la Orquesta Filarmónica Nacional de Ukrania (Lviv), integrado por cinco piezas sinfónicas de César Franck, algunas de ellas de ejecución infrecuente. Pero el registro exhibe además otro rasgo verdaderamente singular. Porque al frente del organismo sinfónico se desempeña Francisco Varela, mientras que otro argentino, Fabio Banegas, tiene a su cargo la parte pianística.

 

Repertorio inusual

César Franck (1822-1890) nació en Lieja, pero bien se lo puede tener por compositor franco-belga, ya que completó sus estudios en el Conservatorio de París y fue en esta ciudad, en la que falleció, donde desarrolló toda su carrera creativa, y también como organista y docente de alto rango (en la lista de sus discípulos, entre otros, se contaban Duparc, Chausson, Pierné, D’Indy, “la bande à Franck”). Sin perjuicio del andarivel camarístico, lo más trascendente de su producción estuvo consagrada al repertorio sinfónico, en el que descolló no sólo por su inventiva y sus visiones formales originales, sino también debido a la complexión, fuerza y vuelo de sus trabajos. Desde luego que su obra mayor es la magnífica Sinfonía en re menor, incorporada al repertorio habitual de las más importantes agrupaciones sinfónicas.

 

Siempre con lenguaje bellamente armónico, el disco a que nos referimos incluye el Interludio de la “sinfonía poemática” “Redención”, una suerte de oratorio de líneas serenas, cantado y declamado, y también “Las Eólidas” (hijas de Eolo, el Dios del viento), poema sinfónico en cinco partes, inspirado en los modelos de Liszt, en el que los cambios cromáticos y de tonalidades y aun cierta violencia apuntan a trasmitir de manera multiforme los fenómenos naturales del aire. “Les DJinns”, sobre versos de Victor Hugo, con sus atmósferas misteriosas y reflejos orientalistas, incluye un piano solista, lo que enriquece el contexto tímbrico.

 

Otro tanto acontece con las “Variaciones Sinfónicas”, la otra creación bien conocida del autor valón, que en sus tres tiempos expuestos sin interrupción, en vez de configurar un concierto, plasma en cambio una suerte de confluencia del piano y de la orquesta que se aúnan para dibujar variaciones sucesivas, colores, motivos de exquisita delicadeza. “El Cazador Maldito” es si se quiere una balada sinfónica un tanto grandilocuente, de potente envergadura y ambiente sobrenatural como bien puede imaginarse, impulsiva, de rica orquestación.

 

La interpretación

Fundada en 1902 en la ciudad medieval y universitaria de Lviv, próxima a la frontera polaca, la Orquesta Filarmónica Nacional residente en esa metrópolis ukraniana cuenta con una larga tradición de seria musicalidad, y ha venido desplegando una actividad incesante hasta la reciente invasión rusa. Su sonido se oye bien modelado, parejo, adecuadamente interrelacionado, con cuerdas transparentes y sedosas y bronces de voz neta.

 

Vinculado con nuestra Orquesta Sinfónica Nacional y el ciclo “Música en San Isidro”, el maestro Francisco Varela, asimismo compositor, alumno de Guillermo Scarabino, Marta Lambertini y Julio Viera, conduce las obras con amplia solvencia, batuta segura y apropiados giros dinámicos, claroscuros y gradaciones. Por su lado, el rosarino Fabio Banegas (residente en Estados Unidos) exhibe un pianismo perfectamente inmerso en el estilo romántico de César Franck, muy claro en la digitación, fraseo y acordes, fino y elegante en el contexto del discurso.

 

Con motivo del segundo centenario del nacimiento de Franck, el registro fue realizado aún pendiente la pandemia, en Noviembre de 2021, en Lviv, y el “master” recién pudo ser terminado para su envío a Inglaterra en Febrero de 2022, ya en los comienzos del ataque moscovita. Nuestros dos compatriotas, a esa altura, desde la distancia, daban todo su trabajo por perdido. Pero el milagro se produjo.

 

En el día a día, y dividida en grupos, la Orquesta sigue presentándose donde puede, a fin de brindar sesiones de arte musical a la sufrida población ukraniana en medio de los ruidos devastadores de la guerra.

 

Carlos Ernesto Ure