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SONDRA RADVANOVSKY

 

Teatro Colón

Martes 5 de Julio de 2022

 

Escribe: Roberto Falcone

 


La soprano estadounidense Sondra Radvanovsky hizo su debut en el Teatro Colon, en el ciclo de Grandes intérpretes,  con un programa que abarcó un interesante recorrido por la música vocal italiana desde Giulio Caccini, en el siglo XVI hasta el verismo de Giordano y Cilea en el siglo XX. Si bien originalmente, el programa anunciado fue un recorrido por “Las 3 reinas”, de Donizetti, (Anna Bolena, Roberto Devereux y Maria Estuarda), la soprano aclaró que se había tratado de un malentendido, ya que era imposible hacer este programa solo con acompañamiento de piano.


Radvanovsky es sin duda alguna, una de las sopranos más reconocidas de la actualidad, y en este concierto validó ese reconocimiento.


Impecable, en cuanto estilo, entrega y apasionamiento en cada una de sus interpretaciones, mostró además desenvoltura y simpatía a lo largo de toda la noche, dirigiéndose al público para explicar los temas abordados y haciendo, a veces, alusiones personales sobre algunos temas en particular.


Desde “Piangero la sorte mia” del Giulio Cesare de Händel, en adelante se fue afianzando en su canto terminando la primera parte del programa con una muy buena versión del “Casta Diva” de Norma de Bellini y dos arias de Verdi; “Tacea la notte” de Il Trovatore y “Pace, pace, mio Dio”, de La forza del destino. Todas muy bien matizadas con pianissimos y mezza voce, dignas de las grandes cantantes.


En la segunda parte, se destacó en las arias veristas de Puccini, Cilea y Giordano. En esta última, “La Mamma morta” de Andrea Chenier, visiblemente conmovida por una situación personal, logró transmitir esa emoción al público, que terminó ovacionándola.


Con cuatro bises cerró su presentación. En primer lugar la “Canción a la luna”, de Rusalka de Dvorak; “Vissi d’atrte” de Tosca de Puccini., ambas estupendamente cantadas. Siguió la sempiterna y ya cansadora “O mio babbino caro” del Gianni Schicchi de Puccini, salvada del error por la habilidad de su pianista acompañante, que supo rescatarla, y finalmente, “Somewhere over the rainbow”  de Harold Arlen, interpretada exquisitamente.


Excelente trabajo del pianista Athony Manolli acompañando a la cantante y salvándola en un momento comprometedor.


En resumen; un muy buen recital, y como siempre, esperamos a Sondra Radvanovsky interpretando alguno de los roles que la hicieron famosa en el escenario del Teatro Colon.


Roberto Falcone

 

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