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LA CULTURA NO DUERME

 

Usina Cultural: Teatro Macacha Güemes, Salta
Jueves 5 de diciembre de 2019.

 

Escribe: José Mario Carrer

 

 

Orquesta Sinfónica de Salta.

Director Titular maestro Noam Zur.

Obras de Verdi, Rossini, Mozart, Leguizamón y Beethoven.

Aforo 100%.


Hacen pocos días se inauguró un espacio destinado principalmente a la cultura aún cuando seguramente se usará para otras actividades que tienen que ver con el esparcimiento de los salteños y con la actividad turística receptora tan conocida en el país. De estratégica localización, su diseño contiene una sala teatral que si bien no es de dimensiones extraordinarias, no deja de ser un atractivo lugar para el desarrollo de emprendimientos artísticos variados. La hermosa sala cuenta con casi 300 lugares entre plateas y asientos pullman, estos últimos del tipo retráctil, escenario, original sistema de iluminación basado en  una singular barra movible según las necesidades y una acústica de muy buen nivel.


En el lugar descripto precedentemente, al que hay que agregar el Teatro Provincial, Museos, Galerías de Arte, Bibliotecas se desarrolla entre los días 3 al 10 de diciembre el tradicional ciclo La Cultura No Duerme. Al mismo tiempo se anunció el decreto del Ejecutivo por el cual se brinda estabilidad laboral para los músicos de la orquesta quienes tienen aprobación de permanentes dada por la Cámara de Diputados por lo que quedaría pendiente el deseo de similar decisión por parte del Senado local para una ley que formalice un “status” que viene desde la fundación del organismo allá por el 2001. Todos, aspectos de una de las acciones más importantes de nuestra tierra para propios y extraños como lo es el hecho cultural.


Lo de esta noche fue una especie de mini concierto en adhesión al ciclo citado. Bajo la notable batuta de Noam Zur se inició con la tranquila belleza del Preludio al Acto 3º de la famosa ópera “La Traviata” de Giuseppe Verdi, delicada introducción a las escenas finales sobre la vida y la muerte de la desdichada Violeta Valery. Luego dos oberturas. Primero “La Scala di Seta” de Gioacchino Rossini, punzante, propia de una ópera bufa que trata de un matrimonio secreto y sus múltiples derivaciones. No se puede dejar de mencionar el fantástico solo, pentagramas de concurso, a cargo del solista de oboe de la orquesta: Emilio Lépez Alonso. Acto seguido la conocidísima obertura de “La Flauta Mágica” de Wolfgang Amadeus Mozart que luego de unos acordes majestuosos, trae un impresionante adagio previo a un tema vivaz que contiene un finísimo fugato. Sin solución de continuidad llegaron tres temas del inspirado Gustavo Leguizamón. La melodiosa zamba de Maturana, la inmensa belleza de La Pomeña y la irónica y burlista Chacarera del Expediente en eficaces arreglos de Gustavo Spatocco. La música finalizó con el primer movimiento de esa maravilla que es la 5ª Sinfonía de Ludwig van Beethoven, en el  que con solo cuatro notas, el autor comienza a desnudar su alma. Anticipo de lo que será el año próximo en el que se conmemorarán los 250 años del nacimiento de este genio musical y en el que según palabras del maestro Zur, el compositor alemán será homenajeado a lo largo del año.