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Bruno Gelber y la Banda Sinfónica de Ciegos

 

CCK-Auditorio Nacional

Jueves 14 de Noviembre de 2019.

 

Escribe: Néstor Echevarría

 

 

 

Banda Nacional de Ciegos con Bruno Gelber al piano:

Conicerto integrado por la obertura de “Las bodas de Figaro”, de Wolfgang Amadeus Mozart, el Concierto Nº 3 para piano y orquesta en Do menor, op.37 de Ludwig van Beethoven y el intermedio de la zarzuela “La boda de Luis Alonso”, de JerónimoGimenez

Dirección musical: Martin Merayo.

Solista Bruno Gelber (piano) 


Días atrás se publicó en estas páginas unreportaje anticipatorio de Carlos Ernesto Ure, respecto de esta extraña experiencia que implicaba un desafío, de combinar el panismo del celebrado  intérprete del teclado Bruno Gerlber, de brillante y reconocida trayectoria en nuestro medio y en el ámbito internacional, con la Banda Nacional de Ciegos Pascual Risolía perteneciente a los organismos estables del Ministerio de Cultura.


Se estaba entonces ante la circunstancia motivantede una experiencia auditiva realmente novedosa, que tuvo su nacimiento cuando el reconocido pianista compatriota al ver una trasmisión de algoparecido y haber observado una experiencia similar en el mundo con un orgánico instrumental de no videntes, tuvo la idea de volcarla en nuestro medio.


De ahí que haya surgido esta curiosa alternativa de combinar el célebre tercer concierto para piano de Beethoven  en Do menor, op.37  con la agrupación  de referencia. Conviene recordar  que esta entidad benemérita tuvo su creación en Buenos Aires hacemás de setenta años, por el maestro Pascual Risolía, que inició el dictado de cursos de instrumentos de viento para ciegos a partir de 1939 y su labor fructificó en 1947 con la creación de la Banda Sinfónica.


Su constitución está basada en instrumentos de viento, de madera mayormente y metal, los primeros sustituyendo a los de cuerda en tanto los metales y percusión subsisten en este orgánico. Asi planteados los elementos del contexto instrumental, surgió esta asociación con el pianista para abordar el concierto beethoveniano., que fue sin duda el momento mas esperado de la velada.


Se pudo ir advirtiendo un alto grado de sincronía entre los lucidos compases del teclado con la siempre vigente profesionalidad y virtuosismo de Gelber y la banda constituida por alrededor de unos cuarenta instrumentistas. De manera que  en el, concierto beethoveniano se advirtió esa empatía entre el pianista y la orquesta logrando un resultado uniforme a través de sus tres movimientos, un “Allegro con brio” “,el “largo” y rondó. Como consecuencia del entusiasmo del nutrido público, Gelber agregó una polonesa chopiniana antes de despedirse del escenario.


Cabe también el elogio y ponderación del joven maestro actual del conjunto, Martin Merayo, de treinta y cuatro años, que estudio dirección coral, dirección orquestal y composición, preparándose con conocidos maestros de nuestro medio, y asumiendo como director invitado de la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos con la cual demostró su empeño y solvencia para la preparación y ensamble en este concierto.


Lo inició con una ejecución en estilo de  la célebre obertura de “Las bodas de Figaro” de Mozart y culminó con el pegadizo intermedio de la zarzuela “La boda de Luis Alonso” del sevillano Jerónimo Giménez, con su rítmica comunicativa, bien perfilada por los instrumentistas en sus secciones respectivas, dejando en claro una eficiente preparación y un empeñoso y estimulante trabajo que fue muy festejado por el público, que llenó la gran sala de conciertos.

 

 

Calificación: Muy bueno

 

Néstor Echevarría