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Música con hechos relevantes en el año 2018

 

Miercoles 26 de diciembre de 2018

 

Escribe: Néstor Echevarría ("La Prensa" 2018-12-18)


 

Sin duda un año intenso vivió Buenos Aires en materia de música clásica o académica como también suele llamársela. Aquí presentamos una selección de ejemplos relevantes, de  acontecimientos que se vivieron en el teatro Colón, el Coliseo y en la Sala Sinfónica del CCK. Jornadas que marcaron señales de feliz continuidad en la labor de estas disciplinas, a través de grandes agrupaciones internacionales, directores y solistas, e intérpretes locales y extranjeros.


Bien temprano en el año, el 10 de marzo, el Colón recibió nuevamente la  visita –la sexta  en este caso-  de la legendaria orquesta Filarmónica de Viena, esta vez con el fulgurante director-estrella venezolano Gustavo Dudamel, de 37 años,  una batuta consagrada en nuestros días. Ejecuciones del obras de Brahms de alto mérito pero sobre todo la Cuarta Sinfonía de Piotr Ilich Tchaikovsky, pletórica de calidad expositiva, redonda cohesión por parte del director y sus subordinados, haciendo revivir en el tiempo momentos históricos en que la agrupación vienesa estuvo en nuestro medio.


Por su parte, en el trascurso del quinto festival que lleva su nombre, el maestro Daniel Barenboim(76) volvió con todo, empezando con “Tristán e Isolda” de Wagner en el Colón, en versión superlativa, para después presentarse con la Staatskapelle de Berlin, orquesta perteneciente a la Staatsoper de Berlin, en la sala sinfónica del CCK presentando admirables versiones de las cuatro sinfonías de Johannes Brahms. De enorme tradición, esta orquesta lleva ya doscientos setenta y cinco años de exsistencia. Un final apoteósico del primer concierto, fue  en la Sinfonía Nº1 en Do menor, op.68, cuando los sonidos de la orquesta se amalgaman en forma envolvente, arrancando tras el ”allegro” una prolongada ovación.


Tambièn en la misma sala, la gran pianista compatriota Martha Argerich (77) reapareció en Buenos Aires presentando un programa Bach con invitados, tal su denominación Una sesión que empezó con Johann Sebastian Bach (la Partita Nº 2 en Do menor ) para luego  desfilar obras con sus invitados Mauricio Vallina, Graciela Reca, además del ensamble Estación Buenos Aires con Rafael Gintoli (violin) y otros. Pero sin duda lo sorprendente (y atípico) fue que  se ubicaron  cuatro pianos de cola, para exponer con la protagonista un arreglo del concierto para cuatro pianos, cuerdas y continuo en La menor, BWV 1065 (basado en el original de  Vivaldi para violines) para cerrar el homenaje al ilustre Cantor de Santo Tomás de Leipzig.


NuovaHarmonia
Dentro del ciclo Nuova Harmonia hizo su presentación en nuestro medio la Orquesta Sinfónica Estatal de Rusia “Evgeny Svetlanov” dirigida por Terje Mikkelsen (director noruego de 61 años) Fundada en el Conservatorio moscovita hace más de ochenta años , su nombre alude al maestro que fomentó su crecimiento. Músicos disciplinados, precisos, expusieron con sincronía manifiesta obras del noruego Grieg, de Rachmaninov y sobre todo, Tchaikovsky, cuya Quinta Sinfonia marcó el nivel mas alto del concierto, con enjundia, precisión en las cuerdas y excelentes vientos y percusión. Los aplausos  hicieron  que como “encore” agregaran la obertura de “Ruslán y Lyudmila”, del padre de la ópera rusa, Mikhail Glinka.


Un ciclo de dieciocho conciertos hizo de la actividad de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires un constante referente. Desfile de directores, solistas, etc. Pero cabe  subrayar el último concierto, el decierre, dirigido por el mexicano Enrique Arturo Diemecke(63), clausuró esa última sesión luego de una noble versión del Concierto para piano Nº 2 de Brahms con el pianista también mexicano Jorge Federico Osorio. Entonces llegó una obra en la que el director y sus subordinados estuvieron en su salsa: “Cuadros de una exposición” de Modest Mussorgsky en orquestación de Maurice Ravel  De memoria y sin batuta, como es habitual, entregó una versión brillante, exquisitamente plasmada en todas las secciones del orgánico que, en “La gran puerta de Kiev” arrancó una prolongada ovación de despedida.


La celebración de los cincuenta años  del Coro Polifónico Nacional ,en la Sala Sinfónica del CCK tuvo una propuesta singular, ahora con su nuevo  director José María Sciutto ejecutando junto a una atildada y crecida Sinfónica Nacional, con la dirección de Carlos Vieu, la “Missa Solemnis” en Re mayor, op.123 de Ludwig van Beethoven. Con solistas vocales y con el añadido del Coro Nacional de Jóvenes, con una confluencia de mas de doscientos intervinientes. Esta obra, donde Beethoven tiene la particularidad de abrevar en el texto litúrgico con supersonalísimo estilo, profundizaen la fe y en las emociones. Un aporte digno y apreciado de los organismos nacionales, orquestal y coral.


Sexteto de cuerdas
Fundado en Roma,  evocando al Luthier Stradivari, con instrumentistas munidos de esa marca, tomados en pares (dos violines, dos violas y dos violonchelos), este conjunto de cámara italiano hizo su presentación en el ciclo Nuova Harmonia en el Coliseo, demostrando el valor de esa celebre firma de Cremona, que fundó Antonio Stradivari. Obras de Richard Strauss, de Brahms y Schoenberg fueron participes para el disfrute de este sexteto por la calidad de los ejecutantes, el notable y rico sonido de sus instrumentos y la cohesión absoluta en las entradas y matices, en las variaciones y los perfiles de las piezas .


Presentada en el ciclo del Mozarteum en el Colón , la talentosa pianista china  Yuja Wang (31) nacida en Beijing y residente en Canadá, fue animadora de una sesión  excelente , con su figura agraciada y austera, saludando con parquedad, y convestimentas propias. Por tomar un ejemplo de sus ejecuciones , la tercera  Sonata en Si menor, op 58, de Chopin fue vertida con su técnica asombrosa. Los delicados “pianissimi”, ellegato, la pujanza  y la dulzura y la sutil transparencia de su pianismo, hablan de una carrera que ya ha ganado el mundo. Sus dedos son demostrativos de un nivel técnico absoluto que sabe conjugar con lo expresivo y la plastic.
En el Coliseo, se contó con la presencia del dúo de cámara integrado por los itálicos Domenico Nordio (47) en violin y Orazio Sciortino (34) en piano. Una aleación para un repertorio histórico  que revive supresencia  en la música de cámara. La experiencia y labor conjunta les llevó a armar un interesante programa de sonatas del repertorio. Un paseo por la  relación estrecha entre el piano, ”rey de los instrumentos”, con el violinsolista, en ensamblado “feed back” comprendiendo  piezas de Beethoven,  Respighi, Prokofiev y Ravel. Sin duda una velada de cámara  representativa y donde lo sincrónico,  complemento ineludible, muestra la  asociación  de las partes.