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Lano en su salsa

 

Sala Sinfónica del CCK

Viernes 27 de Julio de 2018

 

Escribe: Donato Decina

 

 


Ciclo “Jovenes Solistas Internacionales”

Orquesta Sinfónica Nacional:

 - “La mujer sin sombra” (fantasía sinfónica),op.65 de Richard Strauss

- Concierto para violoncello y orquesta en La menor,op.129 de Robert Schumann

- Sinfonía en Fa sostenido mayor, op.40 de Erich Wolfgang Korngold.

Director : Stefan Lano

Solista: Alexandre Castro-Balbi (Cello)

 

 

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

A pedir de Stefan Lano y la mejor forma de retomar el contácto con las agrupaciones sinfónicas locales luego del descomunal vendaval Barenboim de la última quincena con la marca de la excelencia. Con un programa inteligentemente estructurado en donde el Conductor Norteamericano hizo gala de su muy buena reputación como preparador y en un repertorio que domina como pocos para llevar a esta renovada y enjundiosa Sinfónica Nacional a un dignísimo nivel.

 

La velada se incio con una prolija versión de la Fantasía sobre temas de la Opera “La Mujer Sín Sombra” de Richard Strauss, la que cuenta en su orgánico con breves intervenciones a modo de apoyo del órgano, lo que permite aprovechar de manera integral todo el equipamiento de la Sala Sinfónica del CCK y está muy bien que así lo sea.  La página aborda los momentos fundamentales  de la ópera, resaltando las intervenciones puramente orquestales. Vista la densidad del programa abordado, es evidente que Lano debió centrar sus esfuerzos en las dos obras posteriores, sacrificando de algún modo la obra de inicio y se notó en algunas pequeñas imprecisiones iniciales y también que algunos sectores de la Sinfónica Nacional necesitan ya de Maestros Preparadores para reforzarlos.

 

 Una interesante actuación desplegó luego el Violonchelista Francés Alexandre Castro-Balbi quien fue el solista del muy exigente Concierto para Violonchelo y Orquesta de Robert Schumann. Obra de pasajes dificultosos tanto para el solista como para la Orquesta, salvo los interpretes muy consagrados, son muy pocos quienes se atreven a abordarlo. Este muy joven instrumetísta, integrante de la Staatskapelle de Weimar, mostró lirismo interpretativo, buen y genuino sonido, sólida técnica y gran refinamiento, con un Lano guiando de manera muy solida a la Nacional, dando como resultado la mejor versión que en los últimos tiempos se haya escuchado de la Obra. Como “yapa”, los oyentes nos vimos gratificados por una impecable interpretación de “Abenlied”del compositor Josef Rheinberger en donde el solista fue acompañado por todos sus colegas intervinientes en el Concierto de la sección de Violonchelos de la Sinfónica Nacional, capitaneados por su Solista, Jorge Pérez Tedesco. Composición muy lírica, fue expresada justamente en ese modo y fue muy bien recibida por la Concurrencia.

 

  El cierre mostró la mejor faceta de Lano, con el estreno latinoamericano de la Sinfonía en Fa sostenido mayor, Op. 40 de Erich Korngold. Obra de su último período de Composición  (1954), poseedora de un intenso lirismo y una fantástica orquestación, aún cuando su lenguaje musical ya estaba desactualizado en la época de composición (a Rachmaninoff, Prokofeff y varios mas también les aconteció lo mismo), resulta a esta altura inexplicable su demoradísimo estreno entre Ntros. Lano estuvo en todos los detalles, con una versión exquisita en matices, jugándose a fondo para resaltar su estreno. Fue un acierto innegable y un estreno muy bienvenido.

 

  Con todo lo que se habló en la última semana, durante la interpretación de la Sinfonía hubo aplausos entre movimientos. Sin embargo deseo hacer una salvedad. Hubo mucho público compuesto por familias que en esta etapa de vacaciones de invierno concurreron atraídas por la Feria del Libro Infanto-Juvenil y se encontraron con el aditamento de poder presenciar este concierto, por lo que para muchos Niños y Jóvenes, fue también una valiosísima experiencia. Aquí se han enterado de que entre movimiento y movimiento no se aplaude, pero si además se logra que empiecen a concurrir a las salas de concierto, estaremos empezando a ganar una batalla muy importante, la del Conocimiento y la Cultura. Sean entonces bienvenidos.

 

Donato Decina