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"Nabucco"en la Facultad de Derecho

 

Vibrante versión de concierto

 

Facultad de Derecho
Sábado 7 de octubre


Escribe: Graciela Morgenstern

 

"Nabucco", de Giuseppe Verdi.

Libreto:Temistocle Solera
Intérpretes:
Leonardo López Linares, Haydée Dabusti, Mario De Salvo, Annabella Carnevali, Cristian Taleb y Adriana Bensusan
Coro Carlos López Buchardo, Director del Coro: Camilo Santostefano 

Coro del Instituto Municipal de Música de Avellaneda, Director del Coro: Armando Garrido

Sinfónica Juvenil Nacional "José de San Martín"

Director de Orquesta: Mario Benzecry   

Sala: Aula Magna, Facultad de Derecho

 

Giuseppe Verdi, el alma de la ópera italiana fue un convencido nacionalista italiano. En plena lucha por librarse de la opresión de los austriacos, y con corrientes de pensamiento que rompían con lo establecido, nació "Nabucco". Fue ésta, su tercera ópera, estrenada en el Teatro Alla Scala di Milano, el 9 de marzo de 1842, la que le dio fama entre sus compatriotas. La primera no había interesado demasiado y la segunda fue un fracaso, por lo que el compositor había decidido no volver a componer. Cuando le presentaron este libreto, aceptó crear la música y la completó en apenas tres meses.  


Verdi narra casi con la exactitud de un escritor, el episodio probablemente más prodigioso de su vida, cuando cuenta cómo recibió de Merelli el texto de "Nabucco", rechazado por Otto Nicolai, y cómo las palabras de Solera se le convertían en música: "Durante el camino sentí una especie de desazón inexplicable, una tristeza intensa, un dolor que casi me hacía estallar el corazón. Cuando llegué a casa, lancé el manuscrito sobre la mesa con un movimiento brusco y me quedé ahí, delante de él, hundido en pensamientos. Al chocar con la mesa el libro se había abierto; mis ojos fueron a parar, no sé bien cómo, a una página abierta ante mí. Y leí: “Va pensiero sull'ali dorate (...)." Sobrevolé también los siguientes versos y me quedé impresionado, sobre todo al comprobar que éstos provenían casi literalmente de la Biblia, libro que siempre leía gustoso. Leo un párrafo, leo dos. Pero entonces con el renovado propósito de no componer más, cierro el texto y me voy a la cama. ¡Pero "Nabucco"  no para de darme vueltas en la cabeza! El sueño no quiere acudir, me levanto, leo el libreto no sólo una vez, sino dos, tres veces, muchas veces; a la mañana siguiente puedo decir que me lo sé de memoria.” Una de las razones de este entusiasmo fue que expresaba un fuerte sentimiento patriótico y Verdi se identificaba con el movimiento italiano de liberación contra la dominación austriaca. El estreno fue un rotundo éxito, convirtiéndose en uno de los símbolos del movimiento de la unidad de Italia.  


En esta oportunidad, se ofreció la ópera, casi completa, en versión de concierto, contando con un elenco homogéneo que se mostró plenamente comprometido  con la obra y cumplió ampliamente con las exigencias de la partitura, con un alto nivel de jerarquía artística. 


En el rol protagónico, el barítono Leonardo López Linares llevó a cabo una magnífica interpretación, con un registro parejo en toda su extensión. Como ya es bien sabido, su fraseo  se conforma perfectamente al legato verdiano, destacándose tanto en los pasajes líricos, dolientes, como en los más dramáticos y vigorosos. Una vez más, dio muestra de su alta calidad artística. Mostró entrega total a su personaje, al igual que Haydée Dabusti, quien encarnó a Abigail, desplegando  su voz de bello color. Todas las notas fueron atacadas con precisión, aún cuando la partitura la lleva del agudo a las notas más graves y presenta innumerables dificultades que la soprano sorteó gracias a la solidez de su técnica,  musicalidad y sus virtudes estilísticas.  Ambos se destacaron tanto en sus respectivas arias como en los concertantes.


El bajo Mario De Salvo, como Zacarías,  estuvo, también a la altura de lo esperado, cantando con autoridad vocal y notas de buen volumen y redondez. El tenor Cristian Taleb cantó el papel de Ismael. Con emisión franca y convicción, obtuvo buenos resultados. El personaje de Fenena estuvo bien encarnado por la mezzo soprano Annabella Carnevali, con óptimos recursos vocales e interpretativos. Adriana Bensusan completó el cuadro de solistas realizando una muy buena labor como Anna.


Los Coros Carlos López Buchardo y del Instituto Municipal de Música de Avellaneda,  bajo la dirección de Camilo Santostefano y Armando Garrido, respectivamente, realizaron  labor encomiable con óptimos resultados, destacándose en la escena inicial de la obra y en el conocido fragmento “Va pensiero …”


La Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional "José de San Martín", que encaró este proyecto como parte de su aprendizaje, parece haber comprendido las dificultades de acompañar cantantes y la flexibilidad que ello implica. Mérito de los jóvenes instrumentistas y sobre todo, sin duda, de la hábil batuta y ejercicio decente de su director, Mario Benzecry.

 

Ejecutaron  la partitura con precisión y estilo rítmico, destacando la tensión dramática y los claroscuros en matices que presenta.


Al finalizar la función, la sala colmada, estalló en una sonora ovación, premiando así un espectáculo que valió la pena escuchar.

 

 

Calificación: Muy bueno