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Oberón", de Carl Maria von Weber


UNA PUESTA EXTRAVAGANTE EN LA ÓPERA DE BAVIERA

 

Bayerische Staatsoper

Jueves 27 de Julio de 2017

 

Escribe: Carlos Ernesto Ure

 


Munich (especial). Para innovar y acertar, el "métteur en scéne" tiene que ser dueño de singular talento, ello sumado a una ingeniosa creatividad. De otro modo, y con caminos abiertos en todas las direcciones que a uno se le ocurra, el cambio se puede prestar a cualquier despropósito. Esto fue lo que ocurrió con la nueva producción de "Oberón", que la Bayerische Staatsoper pesentó en el primoroso "Prinzregententheater", siempre en elmarco de los Festivales de Ópera de esta ciudad, que concluyen en unos días.


Enfermos mentales

El autor de la puesta fue el jóven director de teatro austríaco Nikolaus Habjan, quien ubicó la acción en un sanatorio de enfermos mentales, a los cuales se aplicaban tratamientos eléctricos y curas extrañas. Los diálogos hablados, por supuesto (recordemos que "Oberon" es un "singspiel"), fueron alterados radicalmente. Y así se desarrolló todo, no como la pieza original de Weber, sino como un remedo y una caricaturización de ella.


Médicos, enfermeras, ayudantes, interactuaron permanentemente con los personajes principales. por lo general de gestos bufonescos. El mar de la intensa aria "Ozean, du Ungeheuer" fue un cartón pintado propio de un jardín de infantes, y pulularon por el escenario unos grandes títeres-muñecos, en los que Habjan es especialista. La magia de "Oberón", "ópera románticon feérica" y uno de los títulos clásicos del teatro lírico alemán, su clima de fábula, de fantasía oriental, naturalmente no existeron.


Aspectos musicales

Ivor Bolton condujo la Orquesta de la Ópera de Baviera de manera poco más que rutinaria, quizás porque la obra extrapasa su repertorio habitual o debido a falta de motivaciones frente a una propuesta visual que la desfavoreció y la desvirtuó.


Entre los cantantes, Annette Dasch (Rezia) mostró emisión irregular, Julián Prégardien (Oberón) lució metal lozano y la mezzo estadounidense Rachael Wilson (Fatime) }, un elemento interesante, desplegó refinada línea, al igual que la rusa Anna El Khashem (Ninfa del Mar).


La figura más destacada de la noche, fue sin embargo Brenden Gunnell (Hüon). Egresado del Curtis institute de Filadelfia, el tenor de Michigan exhibió voz pareja y muy bien timbrada, de proyección cómoda, excelente fraseo alemán, y sorteó con impecable brillo las diabólicas dificultades del pasaje alto y el agudo de "Von Jugend auf in dem Kampfgefild", la bellísima página que inmortilazara Helge Roswaenge.


Carlos Ernesto Ure