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El Barbero de Sevilla por el Ensamble Lírico Orquestal

 

Una versión divertida y con dignidad artística

 

Palacio La Argentina
Domingo, 7 de mayo de 2017


Escribe: Graciela Morgenstern

 

 

El Barbero de Sevilla, de Gioacchino Rossini.
Libreto: Cesare Sterbini.
Elenco: Enrique Gibert Mella, Fermín Prieto, Lídice Robinson, Luciano Miotto, Felipe Cudina, Alejandra Herrera, Alejandro González Reig
Coral Ensamble
Directora del coro: Cecilia Layseca
Orquesta del Ensamble Lírico Orquestal
Director de orquesta: Javier Mas
Régie: Gonzalo Berdes
Escenografía:  Nicolás Araniz
Vestuario: Miguel Alejandro Flores
Iluminación y proyecciones: Gonzalo Berdes y Luis Bolster
Sala: Palacio la Argentina.

 

 

El Barbero de Sevilla es seguramente, una de las óperas que han sido representadas más veces en sus largos años de existencia. Traducida o en italiano, alterada y desnaturalizada, o restituida por estudiosos, su música ha resistido el paso de los años y las modas. Rossini debió componerla en poco tiempo, por encargo del Duque Cesarini-Sforza. Confió entonces el libreto a Cesare Sterbini, quien utilizó para ello Le Barbier de Séville, de Beaumarchais. Basada en las populares obras della commedia dell’arte italiana, cuenta con sus personajes tradicionales: el padre-tutor, la pareja de jóvenes amantes, el viejo amigo del padre, todos participando de los embrollos creados por Fígaro, el barbero listo, cuya preocupación primordial es el dinero. El estreno de El Barbero de Sevilla tuvo lugar en el Teatro Torre Argentina de Roma, la noche del 20 de febrero de 1816. Y fue un rotundo fracaso. En cambio, gustó enormemente el segundo día y fue uno de las éxitos más notables de Rossini.

A pesar de ser una delicada comedia con música elegante, es una de las óperas que más se resiente cuando le falta el aspecto teatral. Esta versión que ofreció el Ensamble Lírico Orquestal se caracterizó por su magnífica régie y un elenco homogéneo, en el que todos colaboraron para lograr el buen resultado final.

 

Enrique Gibert Mella en el rol protagónico, exhibió una voz de amplia capacidad sonora, flexibilidad y buena articulación del texto. Con una entrega inclaudicable, compuso un Fígaro tradicional, capaz de expresar adecuadamente la astucia y socarronería del personaje.

 

Su patrón, el Conde de Almaviva, encontró en Fermín Prieto un cantante elegante, con liviandad y fluida espontaneidad. Hace buen manejo de su voz que está bien timbrada y corre por la sala, tal como quedó demostrado en sus dos arias.

 

La Rosina de Lídice Robinson fue ágil y chispeante, Astuta y apasionada. Cantó con tonos firmes y bello color en todo su registro. Además, tiene la ventaja que le da una buena figura, una sonrisa natural y modales graciosos.

 

Disputando su amor con el Conde, se encuentra el anciano tutor Don Bartolo. Luciano Miotto dio a este personaje prestancia vocal y actoral. Fue muy exitoso, componiendo un Bartolo muy divertido y hábil, con tonos amplios. Además de su frecuente presencia en escena y su intervención en varios números de conjunto, tiene una extensa y difícil aria, “A un dottor”, que cantó con impecable articulación. Su canto y su actuación causaron un impacto muy positivo.

 

Su amigo, el inescrupuloso Don Basilio, fue interpretado por Felipe Cudina. Se destacó por su ductilidad y do­tes cómicas e imprimió un toque de humor al personaje. Se destacó especialmente en el aria “La calunnia”, que requiere, además, de agu­dos potentes.

 

Alejandra Herrera fue una Berta correcta. En tanto, Alejandro González Reig realizó una buena composición de Fiorello, al igual que quienes estuvieron a cargo del Sargento y el Notario.

 

El Coral Ensamble, bajo la dirección de Cecilia Layseca, realizó una buena actuación. La batuta de Javier Mas al frente de una orquesta de cámara integrada por cinco cuerdas y cuatro vientos, si bien con algunos pequeños desajustes a pulir, construyó momentos de tensión climática. Los tiempos fueron correctos y mostró la típica chispa de la partitura, así como destacó los momentos de mayor lirismo.

 

La régie de Gonzalo Berdes fue una muestra acabada del triunfo de la creatividad sobre la falta de espacio y la imposibilidad de recurrir a efectos, como proyecciones o iluminación especial. Su puesta en escena fue respetuosa del libreto y de la tradición, en términos generales. Con pocos elementos, mucha imaginación y un elenco dúctil y destacado en lo actoral, logró reflejar la comicidad y picardía intrínseca en la obra. Esto fue un acierto. No faltó belleza al vestuario de Miguel Alejandro Flores ni a la escenografía de Nicolás Araniz, lo que se complementó con la buena iluminación de Gonzalo Berdes y Luis Bolster. Resumiendo, un logro visual muy positivo.

 

Aplausos entusiastas de un público que sin duda había pasado un momento divertido, para todos los artistas intervinientes fueron el corolario a un trabajo en equipo evidentemente muy profesional y esmerado.  

 

 

Próximas funciones: 14, 21 y 28 de Mayo y 4 de Junio

Reservas

tel: 4304 2613

email: reservas@ensamblelirico.com.ar

 

 

 

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