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En el Colón, con la Filarmónica de Israel


UNA NUEVA VISITA DE ZUBIN MEHTA

Teatro Colón

Domingo 21 de Agosto de 2016

 

Escribe: Carlos Ernesto Ure

 

 

Dvorák: Obertura “Carnaval”, opus 92

Ravel: Suite Nº 2 de “Daphnis et Chloé

R.Strauss: Una Vida de Héroe, opus 40

 

Orquesta Filarmónica de Israel (Zubin Mehta).

 

 

Lo primero que debe decirse, a fin de encuadrar adecuadamente el concierto que la Filarmónica de Israel ofreció el domingo en el Colón, es que si se la compara con sus actuaciones de años anteriores, la orquesta exhibió una relajación notoria en su calidad sonora. Resaltó entonces como doblemente meritoria la labor de Zubin Mehta, quien dirigió siempre sin partitura, y en una más de sus tantísimas visitas a nuestro medio, logró obtener del conjunto un rendimiento atrayente en algunos momentos, fruto evidente de su alta capacidad musical y de conducción.


Ni sí ni no

La velada comenzó con una versión rápida, casi de compromiso, de la célebre obertura “Carnaval de Bohemia”, de Dvorák, en cuyo transcurso la agrupación exhibió características que se repetirían durante todo el programa; esto es, indeseable densidad global, áspera fila de contrabajos, falta de pulimento en las articulaciones, timbales fuera de control.


Luego, la Segunda de las suites de “Daphnis et Chloé”, esa vasta y magnífica sinfonía coreográfica de Maurice Ravel, si bien se deslizó dentro de parámetros correctos, apaisados (el todo fue encarrilado por Mehta con orden y disciplina), careció de los efectos cromáticos, el nervio y las sutilezas expositivas que ese gran fresco moderno requiere.


Grandes líneas en Strauss
Excelentes cornos (en fa y en mi), arpas transparentes así como también una cuerda alta de elocuente tañido y un concertino de metal pequeño pero melodioso, no tan redondo en la zona central, fueron de todos modos atributos remarcables de la agrupación. Pero donde más se destacó el trabajo del maestro judeo-hindú, que acaba de cumplir en Abril ochenta años, fue en “Una Vida de Héroe” (“Ein Heldenleben”), uno de los grandes poemas sinfónicos de Richard Strauss.


Celebrado recientemente en los Festivales de Salzburgo y en Viena por aquel aniversario y por dirigir la Filarmónica de esa ciudad desde hace cincuenta y cinco años (con lo cual batió el record de Karajan), Mehta brindó una interpretación de la pieza del compositor bávaro que fue de mayor a menor: con desniveles y cierta chatura en los tres primeros movimientos, cobró vuelo a partir de “El Héroe en el Campo de Batalla”, cuyas atrayentes líneas melódico-comunicativas fueron vertidas con tocante intensidad y una fluidez discursiva que se mantuvo con lenguaje sólidamente ensamblado y tramado hasta el sereno, melancólico final. De paso: no sólo Barenboim, que es judío, ejecuta a Wagner. Mehta tradujo a Richard Strauss, Presidente de la Cámara de Música del Tercer Reich, y lo hizo, por añadidura, al frente de una orquesta hebrea.


Calificación: regular
Carlos Ernesto Ure