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Martha Noguera en el XII Ciclo San Benito Clásico.

 

 

Parroquia San Benito

Villanueva 905

Domingo 22 de Mayo de 2016

 

Escribe: Andrés Hine

 

 

Martha Noguera - piano

Programa:

- Schubert: Sonata en Si bemol mayor, D960

- Beethoven: Sonata No. 28 en La Mayor, Op. 101

- Chopin:

   . Rondo en Mi menor Op 16

   . Polonesa en La Bemol Mayor Op 53 - "Heroica"

 

 

En el marco del XII Ciclo San Benito Clásico se presentó la destacada pianista Martha Noguera, en un  concierto a beneficio de la terminación de las obras del templo, donde hacía pocos días se había desmantelado el andamiaje externo.

 

La pianista es bien conocida por su extenso repertorio que incluye, entre otras obras, las 32 sonatas de Ludwig van Beethoven, la integral de las obras de Frederick Chopin y las de Maurice Ravel. En esta ocasión, sumó la Sonata en Si Bemol Mayor D960 de Franz Schubert a la lista. Obra expansiva de su último periodo, tiene muchas similitudes estructurales con sus otras dos sonatas D958 y D959. Tienen un arco dramático común que hacen uso de motivos cíclicos y relaciones tonales para tejer los conceptos narrativos a través de las obras. Debe recordarse que, aunque es una obra de su período 'maduro', el compositor contaba con tan solo 31 años cuando la compuso. Queda la incógnita de cuánto más hubiera podido lograr de haber vivido algunos años más.


La pianista supo transmitir en todo momento su personalidad arrolladora y realizando una gran demostración de habilidades técnicas y expresivas. Estuvo llena de matices, con acordes y arpegios precisos, y con una amplia gama de colores seguidos con un fraseo lírico bellísimo. Supo difundir la esencia del arte de Schubert de forma precisa y armoniosa.


En la segunda parte, se interpretó la Sonata No 28 de Ludwig van Beethoven, considerada como la primera de su último período, con ideas más amplias, formas complejas, texturas polifónicas y un tratamiento más sofisticado de los temas presentados. Beethoven comienza a componer para los nuevos teclados extendidos que comenzaron a fabricarse en ese periodo, culminando en la Broadwood de 1817, que fue explotada en su próxima sonata, la No 29 Hammerklavier. La Maestra realizó una interpretación de buen gusto, sin duda un signo de su madurez artística reteniendo el espíritu de un Beethoven maduro.


Para finalizar el recital, Martha Noguera interpretó dos obras de Chopin - el Rondó op 16 y, por pedido especial de la Parroquia, la Polonesa Op. 53 Heroica. La artista demostró solvencia técnica en una ejecución enfocada con buen juego de dedos y staccato de muñeca para dotar de la fluidez rítmica y digitación a obras exigentes en la articulación y exploración de registros.

 

Cabe mencionar que la acústica de una iglesia o catedral está concebida para ser un espacio reverberante, para el canto y las oraciones religiosas. Para salas de concierto se considera que tiempos de reverberación de alrededor de 1 segundo son ideales. Para una estructura de forma de catedral, como lo es la Parroquia, este tiempo ronda en los 3, 4, o aún más segundos. Este tiempo extendido fue especialmente notable al producirse un silencio en la interpretación, donde continuaban llegando las reverberaciones del último acorde tocado. Naturalmente, esto crea una distorsión de sonidos que sólo se puede atenuar en alguna medida estando muy cerca del instrumento, tal que el sonido recibido directamente del piano sea el que se escuche mayormente. La pianista hizo un esfuerzo para reducir este efecto, pero sería una excelente experiencia escuchar estas piezas, especialmente la Sonata de Schubert, en un ambiente más propicio para la interpretación instrumental.


Conclusión - un atractivo recital, para una buena causa, por una de nuestras más reconocidas artistas.

 

 

 

 

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