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Inicio del ciclo  de la Filarmónica  en el Teatro Colón

 

Teatro Colón

Jueves 17 de Marzo de 2016

 

Escribe: Néstor Echevarría (La Prensa 19/3/16)

 

 

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

Temporada de Abono.

Concierto Nº4 en Sol mayor para piano y orquesta, de  Ludwig van Beethoven

Trilogia Romana,  de Ottorino Respighi.

 

Director de orquesta : Enrique Arturo Diemecke. Solista:

Bruno Leonardo Gelber (piano)

 

El concierto de apertura de abono  de  la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, tuvo un lucido resultado musical pero a la vez un tributo especial en la reaparición en el Colón del celebrado pianista compatriota Bruno Leonardo Gerber, luego de varios años.


Nacido en Buenos Aires en 1941, Gelber fue niño prodigio y comenzó a dar conciertos , cuando  afectado por  poliomielitis  a los siete años, en su crecimiento, le hizo comenzar una  vida de perseverancia ,de estudios y esfuerzos .que llegaron al éxito en una carrera brillante y reconocida internacionalmente, habiendo recibido distinciones y premios, el último de los cuales le fue conferido a su  trayectoria por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.


Sobre el concierto para piano y orquesta que ejecutó en la ocasión, el Nº 4 en Sol mayor, op.58 de Beethoven, refirió que es “absolutamente único” y que goza de su especial preferencia. Hizo una ejecución pulcra y afiatada, precisa en la digitación y el manejo de los recursos pianísticos y, habida   cuenta de su gran experiencia, tradujo la parte con estilo y ese  “toucher” siempre festejado por el público. Una ovación prolongada lo despidió con afecto.


La segunda parte fue italiana. Fue  con Ottorino Respighi, el gran músico  nacido en Bologna en 1879 y muerto en Roma en 1936, que vino al Colón en  dos oportunidades para el estreno de dos de sus mayores óperas y  ofrecer un concierto con sus obras.


Su buen  gusto por la instrumentación, por el color, produjeron pinturas musicales tan admiradas como la trilogía romana, consistente en poemas sinfónicos alusivos a las bellezas y vivencias de Roma.


Comenzó componiendo “Las fuentes de Roma” en l916, siguió luego con “Los pinos de Roma” y completó su ciclo  de pinturas pentagramáticas de la Ciudad Eterna, con “Fiestas romanas” ..Una instrumentación riquísima, variada ,. consistente, con sus dones melódicos y efectos brillantes y vibrantes, supieron de una lucida versión  a cargo de Enrique Arturo Diemecke y la OFBA, que por el requerimiento de tantos instrumentos, colocó en  palcos altos frontales parte de los vientos, generando una suerte de estereofonía,  mientras el director mexicano, con su agilidad en el podio, giraba su cuerpo  dando las  entradas , sin partitura y memoristicamente,  una condición  muy  suya.


Eligió para el cierre  “Los pinos de Roma,” con sus compases tan pregnantes y su resonancia tan efectiva en los auditorios. Al transitar ,“I pini della Via Appia”(Tempo di marcia),  en  su efectismo sonoro se dibuja el fulgor de un nuevo Sol desde la via Sacra, ascendiendo al triunfo en el Campidoglio Un justo homenaje entonces, al distinguido músico peninsular.

 


                                                                         Néstor Echevarría

Calificacion: Muy bueno