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UNA EXPLICACIÓN

 

 

Clémentine Margaine, lo sabemos, es sin duda una de las estrellas en permanente ascenso en el panorama internacional de la ópera. Nacida en Besançon, la joven mezzo (también es pianista) acaba de cantar “Carmen” en la Ópera de Dallas y en la del Estado de Baviera, y está contratada ahora para hacerlo el 2 de Julio, en la Deutsche Oper, de Berlín (con Klaus Florian Vogt). Estuvo en Buenos Aires para asumir el papel de “Charlotte”, en Werther, cuyas representaciones concluyeron el  21, y su voz se oyó espectacularmente potente y opulenta, perfectamente redondeada, homogénea y de cálido y opaco color. Además de ello, su exposición de la partitura de Massenet, rica en armónicos, fue elocuente, plena de matices y claroscuros, a favor de una emisión de impecable frescura en toda la tesitura y una línea siempre fina. Clémentine Margaine canto en el Colón solo las dos funciones extraordinarias, y fue requerida a último momento para la del Abono Nocturno Nuevo. En todas las demás, Gran Abono, Abono Vespertino y Abono Nocturno (esto es, los tradicionales y de alto precio), el personaje de Charlotte fue interpretado por Ana Caterina Antonacci, veterana soprano italiana, ya en el período crepuscular de su carrera. Las autoridades de la sala de la calle Libertad les deben, por lo menos, una explicación a los titulares de estos abonos.


Carlos Ernesto Ure