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DESPEDIDA AUSPICIOSA  DEL 45° FESTIVAL ENCUENTROS  2013

Lunes 30 de septiembre a las 19
Consejo Profesional de Ciencias Económicas
Viamonte 1549, piso 7º
Ciudad de Buenos Aires

 

Escribe: Osvaldo Andreoli

 

MusicaQuantica, Voces de Cámara,

Director: Camilo Santostefano,

Subdirector: Lucas Echaniz.

 

Con 11 premios internacionales, el coro estuvo en la final del Gran Premio de Europa en Arezzo, Italia.

 

“Fuimos pioneros en la difusión de la música coral contemporánea de vanguardia”, afirmó la Directora del Festival, Alicia Terzian, al destacar la presencia en la sala de Jorge Armesto, director del recordado “Coral Contemporáneo”. El anuncio de un programa exigente para los integrantes de “MusicaQuantica”, dio la pauta del relevo generacional. La voz en el coro ofrece la posibilidad de un acto en comunidad

 

El espectáculo se inició con un villancico del inglés Gustav Holst. Desde un hilo agudo se fueron dibujando las texturas, en estilo renacentista de “This have I done for my true love”. La gama de matices expuesta, que remataba en el estribillo “My love”, daba fé de la buena emisión. Un anticipo del colorido vocal que escucharíamos a lo largo del concierto. La géstica del director transmitía una ferviente interpretación. (Su camisola paquistaní en verde y naranja daba otra nota de color en el escenario). 

 

Un clima más oscuro y dramático reflejó “Twelfth night” de Samuel Barber. Una noche del solsticio que se alarga como las notas finales, antes de apagarse.

 

Y un acento patético se impuso con “O crux” del noruego Knut Nystedt. Unción religiosa que exalta la “dulce madera” y los clavos. La entonación concentrada se hizo patente en el conjunto. Al despliegue corporal, Santostefano añadió luego un agradecimiento por la participación en este “legendario ciclo de conciertos”. Por su parte lleva 7 años dedicados al proyecto MusicaQuantica. (La noción de tiempo es capital en la música, en más de un sentido). Después presentó al subdirector del coro, Lucas Echaniz, que se hizo cargo de “Madone de misericorde” de Thierry Machuel. Coro femenino y masculino en líneas enfrentadas. Bálsamo de reconciliación “a bocca chiusa” final. Canto sugestivo cerrando la boca.

 

EL CORO REMONTA VUELO

El director retomó altura con la performance de “Leonardo dreams of his flying machine” de Eric Whitacre (USA). Se percibe al comienzo un adorno barroco,  solo de “trillo”. Sube un planeo coral, líneas de vuelo ligadas y staccatos. Van hacia ámbitos etéreos. Brillante musicalidad.  Onomatopeyas (“pum”) y sonidos percusivos (chinchines, miniplatillos, toque de panderetas). Bocca chiusa y juegos vocales. (Sabemos que el experimento de Leonardo con su máquina de volar capotó). Irónicamente, la voz grave frasea: “Leo…Leonardo volare”, apagándose. Soplidos de viento, silbido cayendo. Para arriba culminó la primera parte del recital.    

 

En el paréntesis Terzian se refirió al viento que soplaron los cantantes, a quienes elogió por su vocación y  entusiasmo. “Estamos viviendo un momento excepcional. A través  del canto la música se facilita. Esta es la eclosión de un coro dirigido por un gran maestro que hace la dirección vivaz y transmite con claridad a través del gesto. Encontré a Santostefano gracias a Ricardo Denegri,   Presidente de la Asociación Argentina para la Música Coral”, señaló al prologar la segunda parte del concierto.

 

Recurrente en este festival, no podía faltar Olivier Messiaen, de quien se ofreció “O sacrum convivium”. Placidez, hasta la plenitud del empaste coral. Delicia vocal de pura belleza. (Pensado espectralmente, requiere un recinto acústico adecuado para que se alcancen los armónicos superiores). Finaliza estirando la última sílaba de “convivium”, con resonancia nasal.

 

Con versos de Garcia Lorca, John Pamintuan, de Singapur, compuso “De profundis”. A la repetición rítmica de los bajos se contrapone una línea melódica de las voces agudas. La maraña se entrecruza en red. Notable. Acentuaciones y el ostinato que repite “ De…profundis”. Termina en un sobreagudo.

 

COLORES CORALES

Como contraste, la obra del rumano G. Levente “Te lucis ante terminum” despliega un tutti fortísimo.  Y “Oihu hau” del español David Azurza gira en torno al trabajo de los cosecheros de manzanas en el país vasco. Usan bastones y ganchos para descolgar. Culmina con un ritual folklórico de celebración de la sidra. Tras los jadeos o suspiros iniciales, un sonido intermitente  con ecos, un vaivén con modulaciones. Gamas sonoras y golpes de bastones sobre el piso. Las coreutas los lucían con franjas y cintas de color. Un formidable ritual, suerte de danza con traqueteos abastonados. Los bravos estallaron en la platea.

 

La fuga se preparó con las irrupciones de Alberto Ginastera en “Lamentaciones de Jeremías 1”. Tributo al  estilo vigoroso del maestro argentino, y alto nivel en el Dómine final. La audiencia reclamó un bis de MusicaQuantica. Los sonidos tamborileros y guturales en una obra del cubano Guido López Gavilán despidieron auspiciosamente al 45° Festival Internacional Encuentros 2013, en medio de la algarabía. Su directora acaba de ser distinguida como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña.  

 

OSVALDO ANDREOLI