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Buenos Aires Lírica presentó Lucrezia Borgia en el Teatro Avenida


Una versión de jerarquía

Sala: Teatro Avenida
19 de mayo de 2013


Escribe: Andrés Hine

 

 


Lucrezia Borgia, de Gaetano Donizetti
Libreto: Felice Romani


Elenco: Florencia Fabris, Darío Schmunck, Vanina Guilledo, Santiago Ballerini, Walter schwartz, Sergio Carlevaris, Dario Leoncini, Norberto Marcos, Mauro Di Bert, Fernando Alvar Nuñez, Sergio Vittadini, Juan Feico,  Augusto Nureña, Julián Mardirosian, Rubén Santi.


Director del Coro: Juán Casasbellas
Puesta en escena:Tomer Zvulum
Escenografía: Nicolás Boni
Vestuario: Lucía Marmorek
Iluminación: Ruben Conde
Dirección Musical: Jorge Parodi


 

Rara vez representada en nuestro medio, desafortunadamente, Lucrezia Borgia sólo pudo verse en el Teatro Colón en 1919 y luego, recién en el año 2000, en el Teatro Avenida, en una producción de la Casa de la Opera. Buenos Aires Lírica ofreció una tercera oportunidad de disfrutar de esta obra por demás interesante, que Donizetti compuso en tan sólo veinticinco días. El libreto, de Felice Romani, está basado en la obra homónima de Víctor Hugo. La obra sigue los lineamientos belcantistas de la época y resulta sumamente atractiva desde el punto de vista vocal, ya que enfrenta a varios de sus intérpretes con grandes desafíos.


Buenos Aires Lírica presentó una muy buena versión con un elenco homogéneo e interpretaciones de jerarquía. Pilar fundamental de la misma fue la Lucrezia compuesta por Florencia Fabris, quien aportó una técnica sólida, desplegando neto canto belcantista de color vocal muy atractivo, buena actuación y una presencia incansable en escena, en un rol por demás demandante. Igualmente eficaz fue el Gennaro de Darío Schmunck, quien exhibió, emisión franca, fraseo elegante y una entrega actoral notable. El Maffio Orsini de Vanina Guilledo aunque con un  vibrato incipiente y fatiga vocal hacia el final de la función, se cantó con estilo e histrionismo. Chritian Peregrino cumplió con el personaje de Don Alfonso, al igual que los demás cantantes a cargo de los múltiples papeles comprimarios presentes en esta ópera.


La producción escénica, de Tomer Zvulum, con escenografía de Nicolás Boni,  vestuario de  Lucía Marmorek e iluminación de Rubén Conde, trasladó la escena a la época de los gangsters, fue coherente en sí misma pero si bien se mantuvo dentro de parámetros aceptables, sobre todo teniendo en cuenta que el espacio escénico no abundaba, no mostró gran creatividad y en una época en que los regisséurs tienden a sentirse las “estrellas” del espectáculo, una puesta tradicional y de buena realización, puede llegar a ser más Innovadora, especialmente en el repertorio belcantista.


El Coro, bajo la dirección de Juan Casasbellas, realizó una labor destacada, al igual que la orquesta que bajo la batuta de Jorge Parodi, realzó la partitura sin exceder sonoridades que pudieran opacar el desempeño de los cantantes y mostró en todo momento, una absoluta inteligencia entre foso y escenario.  Calurosos aplausos premiaron el esfuerzo realizado y celebraron la oportunidad de haber presenciado un espectáculo de jerarquía.

Lucrecia 1

 

Lucrecia 2

 

 

Lucrecia 3