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Buen broche final para la temporada 2012 de La Bella Música

Mendelssohn y Beethoven

Miércoles 28 de Noviembre de 2012
Teatro Avenida
Escribe: Andrés Hine (ACMA)

 

 

Orquesta Sinfónica de La Bella Música
Directora: Patricia Pouchulu
Concertino: Grace Medina
Coro Nacional de Niños
Directora: María Isabel Sanz
Solistas: Soledad de la Rosa (soprano), Mariana Rewerski (mezzosoprano)
Programa: Felix Mendelssohn: Sueño de una Noche de Verano : Obertura (Op. 21) y Música Incidental ( (Op. 61)
Ludwig van Beethoven: Sinfonía N° 7 en la mayor Op. 92

 


Con clima de celebración concluyó la temporada 2012 de La Bella Música, la institución liderada por Patricia Pouchulu, quien diagrama un abanico de actividades, que incluyen veladas de gala, conciertos en el Congreso y cursos y seminarios especializados. Emprendedora y dinámica, Pouchulu  ofreció como cierre, un concierto en el Teatro Avenida, que ella misma dirigió, al frente de la Orquesta Sinfónica La Bella Música, cuyo concertino es Grace Medina.


La velada comenzó con la versión completa de  Sueño de una Noche de Verano, de Felix Mendelssohn. La obertura fue compuesta como Op 21, unos 16 años antes que el resto de la música incidental, cuando el compositor tenía tan solo 17 años. En 1842 compuso las demás piezas, numerados como Op.61,  para una puesta de la obra de teatro de Shakespeare. En esa ocasión se incorporó también la obertura que paso a formar parte del Op 61 aunque mantiene su número original en algunas publicaciones.


En esta obra, Pouchulu mostró una esmerada interpretación, minuciosa y detallista, expansiva en los grandes momentos y delicada en las partes más intimistas. Si bien se notaron algunas imprecisiones al comienzo, todo se fue afianzando durante el transcurso de la interpretación y finalmente, el verdadero clima de la obra quedó claramente expuesto. Dos cantantes de reconocida jerarquía en nuestro medio, la soprano Soledad de la Rosa y la mezzo soprano Mariana Rewerski, contribuyeron al disfrute. Ambas aportaron el bello color de sus voces y una técnica de gran solidez. Relevante fue también, la actuación del Coro Nacional de Niños, dirigido por María Isabel Sanz.
Ya en la segunda parte, pudo escucharse la Sinfonía N° 7, de Ludwig van Beethoven. Cuidadosa de los tiempos, Patricia Pouchulu hizo una marcación precisa de los mismos, impuso una puntillosa articulación y un juego de dinámicas y acentuaciones que dieron realce a la partitura. La Orquesta La Bella Música imprimió su propio sello a esta obra monumental, en una notoria simbiosis con su directora.   


Ya en el final, todos los participantes fueron muy aplaudidos. Unos momentos más con la orquesta de pie para recibir la ovación que el público le estaba brindando, no hubiera estado mal. El  premio a tanto entusiasmo fue, como fuera de programa, la  Barcarole, de Los Cuentos de Hoffmann,de Jacques Offenbach, en la que todos los participantes de la velada aportaron sus bondades artísticas para hacer de ésta, una versión para el recuerdo.


En suma, un buen broche para una temporada signada por el esfuerzo y la alta calidad artística.