Menu principal

 

Recital romántico de Bruno Gelber

Sábado 17 de Julio 2010, Pilar Golf

Escribe: Andrés Hine (ACMA)

 

Artista: Bruno Gelber (Piano).

 

Obras:

Primera Parte:

Ludwig van Beethoven (1770-1827)
- Sonata para piano Nº 14 en Do sostenido menor, Opus 27 Nº 2, "Claro de luna"
- Sonata para piano Nº 21 en Do Mayor Opus 53 "Waldstein"


Segunda parte:

Robert Schumann (1810-1846)

- Carnaval Opus 9
Frederic Chopin (1810-1845)

- Andante spianato y Gran Polonesa brillante Opus 22

 

Como parte del sexto ciclo de Conciertos Pilar Golf, el Sábado 17 de Julio, el eminente pianista argentino Bruno Gelber brindó un concierto de piezas románticas variadas de gran calibre y profundidad. A pesar de la copiosa lluvia que caía sobre la ciudad, nadie faltó a tan importante cita. La locación lujosa también contribuyó al ambiente de expectativa del público, que anticipaba una gran velada. La sala, adaptada especialmente para el concierto, se encontró colmada, lo cual refleja la estima del público por este gran artista.


El recital comenzó con la Sonata No 14 de Beethoven (conocida como Claro de Luna). El primer movimiento lento es deceptivamente simple y no permite del menor error pues se deben escuchar todas y cada una de las notas, con absoluta claridad. Gelber lo abordó con sensibilidad y un pequeño error pasó casi desapercibido. El allegretto fue tomado a buen paso y con alegría, brindando buen contraste con el primer movimiento. El presto agitato completó la obra de manera eficiente, en la cual hubo algunas variaciones interesantes de tempi y recurrió al uso del pedal un poco más de lo establecido por la partitura.


La segunda sonata de la noche, la No 21 en Do mayor (conocida como Waldstein) es una pieza de gran dificultad, no sólo por la complejidad técnica sino también por sus requerimientos emotivos y estilísticos, ya que demanda pasajes de sutil lirismo en los que no se deben utilizar sonoridades excesivas. Gelber demostró su indudable energía y agilidad en el teclado, aunque en algunos momentos, su fuerza parecía tomar prevalencia sobre la claridad de las notas. Una vez más, el uso del pedal, empañó, en parte, la poética fluidez de algunos pasajes. El segundo movimiento, un corto adagio que sirve de introducción al tercero, se conformó dentro de lo esperado. Finalmente, en el tercero desplegó su técnica depurada entusiasmando a la audiencia con una ejecución de elegante fraseo y actitud vital y expansiva.


El momento más destacado del recital se produjo después del intervalo, en una interpretación interesante del Carnaval Op 9 de Schumann, rica en expresiones expansivas y sonoridad plena. Gelber dio rienda suelta a su agilidad y energía en las páginas de gran exigencia técnica pero al mismo tiempo manteniendo una clara sonoridad y delicadeza en aquellos pasajes que requerían sutileza de sonido. La obra culmina con la Marcha de David contra los Filisteos donde Gelber demostró claramente la búsqueda del color que lo había acercado tan completamente al estilo de Schumann.  


Como contraste, el Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante Op. 22 de Chopin, dio por momentos, la sensación de que necesitaba un lapso de tiempo mayor para adaptarse al estilo Chopiniano. Si bien la sequencia del programa se armó, como es de costumbre, en orden cronológico, hubiera resultado menos dificultoso acomodarse estilísticamente, tanto para Gelber que como para el público, si la obra de Chopin hubiera antecedido al Carnaval de Schumann. Sin embargo, la interpretación fue prolija con momentos de belleza lírica e interpretación de virtuosismo indiscutible.

 

El momento más insólito de la noche se produjo durante la ovación que el público le brindaba a Gelber, cuando el mismo levantó la mano para pedir silencio. Cuando todos esperaban que iba a anunciar un fuera de programa, el artista pidió aplausos para un personaje del ámbito televisivo que se hallaba en la sala en ese momento. Los aplausos cesaron casi de inmediato como si hubieran tirado baldes de agua fria por el auditorio, con lo cual Gelber se retiró y no hubo ningún bis. Fue una verdadera lástima que esto haya ocurrido pues le sacó el brillo a lo que había sido, hasta ese momento, una buena velada.    

 

Andrés Hine (ACMA)

 

Bruno Gelber durante el concierto en Pilar