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15 años de gestión – Parte

25 de enero de 2023

 

Escribe: Víctor Fernández

 

Al asumir su gestión Rodriguez Larreta al frente del ejecutivo porteño se esperaba la designación de un sucesor de Hernán Lombardi al frente de la cartera de cultura y la designación o ratificación del Director General del Teatro Colón, ya que la Ley N° 2855 de Autarquía de dicho organismo reza en suArt. 5°. - Integración. Los miembros del Directorio son designados y removidos por el/a Jefe/a de Gobierno. Cesan en sus funciones en forma inmediata si, por cualquier causa, cesara en las suyas el/a Jefe/a de Gobierno que los designó.

 

Pero, “sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas” como reza la canción y es designado como Ministro de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Darío Lopérfido al tiempo que mantiene sus puestos como Director General de Teatro Colón y como Director Artístico. Situación realmente anómala y que en realidad no perdurará en el tiempo, ya que el 30 de diciembre fue reemplazado por Maria Victoria Alcaraz quien asumió la Dirección General, manteniendo Lopérfido los otros dos cargos.

 

La Temporada 2016 comienza en febrero con un Festival de verano, donde se evidencia la experiencia anterior de Lopérfido como Director del Festival Internacional de Buenos Aires.

 

La ópera de cámara Mahagonny - SongspielLa historia de un soldado, un concierto con Orquesta Estable del Teatro Colón dirigida por Mario Perusso Matinée Fantomas una opereta radiofónica al aire libre se representan con notable éxito de público en la Plaza Vaticano. Al tiempo que Prima Donna, un concierto sinfónico-visual en torno a Maria Callas y Stifters Dinge (Las cosas de Stifter) de Heiner Goebbels hacen lo propio en la Sala principal del Teatro con igual éxito.

 

La temporada lírica se abre el 16 de marzo con tres funciones fuera de abono de Beatrix Cenci de Ginastera con dirección musical de Guillermo Scarabino y escénica de Alejandro Tantanian, un doble elenco tuvo como protagonistas a Mónica Ferracani / Daniela Tabernig; Victor Torres / Leonardo Estévez; Alejandra Malvino / María Luján Mirabelli; Florencia Machado / Rocío Arbizu; Gustavo López Manzitti / Fernando Chalabe y Mario De Salvo / Emiliano Bulacios.

 

Un desparejo Don Giovanni en lo que a la dirección orquestal y puesta en escena a cargo de Marc Piollet y Emilio Sagi respectivamentese refiere, dio inicio la temporada lírica. Un doble elenco tuvo a su cargo las seis representaciones: Erwin Schrott (con gran actuación, pero irregular trabajo vocal) / Homero Pérez Miranda; Paula Almerares / Daniela Tabernig; María Bayo (con emisión irregular) / Mónica Ferracani; Jonathan Boyd / Santiago Bürgi; Simón Orfila (compuso un convincente personaje con un registro acertado) / Lucas Debevec Mayer; Na Jaquelina Livieri / Marisú Pavón; Mario De Salvo / Gustavo Feulien; y Lucas Debevec Mayer / Emiliano Bulacios, entre otros. El domingo anterior a la primera representación (martes 05/04/16) se efectuó el ensayo general con público, medida que posteriormente a la partida de Lopérfido se siguió implementando en varias ocasiones, pero sin informar al público en general como se hizo durante su gestión. Otro detalle interesante fue que se comenzó a incluir la duración aproximada del espectáculo en el programa, detalle que luego se abandonó y que, sin quitar su utilidad, los programas de mano del Teatro siguieron siendo meros panfletos comparados con los antiguos. También se agregó a la traducción proyectada del texto en español una versión en inglés, medida por cierto innecesaria.

 

Fidelio, fue el siguiente título con dirección orquestal de Francisco Rettig y escénica de Eugenio Zanetti. Ni la puesta, ni la dirección orquestal fue lo que se esperaba de la única ópera beethoveniana. Como detalle cabe agregar que en esta ocasión la obertura Leonora Nº 3 fue ejecutada antes del 2º acto. Destacable sobre todo el arco interpretativo fue la labor de Coro Estable de Teatro Colón de la mano de Miguel Martínez, al igual que la de la soprano Carla Filipic Holm reemplazante de Nadja Michael anunciada originalmente. Satisfactorias fueron las labores de Zoran Todorovich y Manfred HemmHomero Pérez Miranda cumplió una labor más eficiente en la composición del personaje que la parte vocal, en tanto que Jaquelina Livieri tuvo una noche rutilante, Hernán Iturralde efectuó un trabajo eficiente, no así Santiago Bürgi con un caudal de voz insuficiente.

 

En el Reino Unido con una población superior a 62 millones de habitantes, y con un total anual de 1129 funciones de ópera, 490 sólo en Londres, Dido y Eneas de Henry Purcell se representa aproximadamente 60 veces por año, cabe agregar que esta ópera es considerada como la primera ópera nacional inglesa, y la más importante de Purcell. Por lo que respecta a Buenos Aires, diez funciones de esta ópera, en menos de treinta años, no justificaría su reedición en una temporada de veinte títulos, hacerlo en una de siete es francamente inapropiado. Sobre todo, por el desproporcionado tamaño del Teatro para una producción barroca. Excepto, que se confirme la hipótesis generalizada entre algunos críticos y melómanos, de que cualquier producción empaquetada de ópera, que camine por ahí, puede llegar a terminar en una temporada del Teatro Colón.

 

Ricardo Turró solía afirmar “Instrumentos originales en Teatros originales” esto fue lo que sucedió con el material de la Akademie für alte Musik y el Teatro Colón fueron incompatibles; agregado a esto una lectura de Christopher Moulds rigurosamente acorde en la versión de Atilio Cremonesi tornaron a la ópera en un espectáculo prescindible, donde solo los amantes del ballet contemporáneo salieron medianamente satisfechos.

 

Die Soldaten (Los soldados) ópera en cuatro actos, con música de Bernd Alois Zimmermann, dirección musical de Baldur Brönnimann y dirección escénica de Pablo Maritano fue quizás el espectáculo más logrado de la Temporada, es de destacar que además de las funciones de abono tradicional se agregó una al Abono contemporáneo con las entradas con precio más económico de las que tengo memoria. Además de la excelente labor realizada por ambos directores es de destacar el magnífico trabajo realizado por los cuerpos técnicos del Teatro en la elaboración y puesta en funcionamiento de la compleja maquinaria escénica. Los intérpretes vocales Suzanne Elmark, Julia Riley, Noemi Nadelmann, Tom Randle, Leigh Melrose, Frode Olsen, Santiago Ballerini, Gustavo Gibert, Virginia Correa Dupuy, Alejandro Meerapfel, Luciano Garay y Nazareth Aufe, desarrollaron magníficamente su labor.

 

Antes de la última representación de Die Soldaten el 18 de julio se produjo el desafortunado nombramiento de Ángel Mahler como Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires en reemplazo del renunciante Darío Lopérfido que el 6 de julio había abandonado su cargo debido a las polémicas que sus declaraciones con respecto a los desaparecidos y las telenovelas y series que se produjeron durante la gestión de Cristina Kirchner habían producido en diversos sectores de la cultura. El nuevo ministro conocido por sus comedias musicales en dúo con Pepe Cibrian sería el encargado de llevar las actividades culturales a los barrios y aliviar el enojo causado por las declaraciones de su antecesor. Otros nombres en danza habían sido los de Gustavo YankelevichJuan José Campanella y Enrique Avogadro, pero en realidad, su nombramiento tuvo más sabor a “Manotazo de ahogado” que a decisión concienzuda.

 

La célebre obra de Giacomo Puccini Tosca fue el siguiente título de la Temporada lírica en homenaje a Roberto Oswald creador de la producción eficazmente repuesta por su colaborador Anibal Lapiz. Un doble elenco encabezado por Eva-María Westbroek / Eiko Senda; Marcelo Álvarez / Enrique Folger; Carlos Álvarez / Fabián Veloz y Luis Gaeta / Gustavo Gibert cumplió vastamente con las expectativas del título dirigido desde el foso por Carlos Vieu.

 

Una gran ovación como en casi todas sus presentaciones recibió el Coro del Teatro Colón bajo las órdenes de Miguel Martínez en Macbeth de Giuseppe Verdi sexto título de la Temporada oficial de ópera. También fue ovacionado por su espléndida labor el protagonista del primer elenco Fabián Veloz, no corrió la misma suerte, Chiara Taigi que no estuvo al alcance de las exigencias del papel, Aleksander Teliga y Gustavo López Manzitti cumplieron eficazmente su labor, este último presente en los dos elencos. Douglas Hahn, Eiko Senda y Homero Pérez Miranda fueron los principales intérpretes del segundo reparto. La producción de Marcelo Lombardero, aunque eficaz, no aportó nada a lo ya visto en otras salas con la traslación de época para reflejar el mensaje fundamental de la obra “la ambición de poder”. Más que correcto puede definirse el trabajo de Stefano Ranzani al frente de la Orquesta Estable.

 

Un doble programa con música de Luigi Dallapiccola formado por Volo di note e Il prigioniero se representó en tres funciones fuera de abono. Con dirección musical de Christian Baldini y escénica de Micha? Znaniecki, ofreciendo al público la oportunidad de conocer estas obras pocos difundidas, los principales intérpretes del primer elenco fueron Víctor Torres, Carlos Ullán, Daniela Tabernig y Sergio Spina; mientras que Adriana Mastrángelo, Leonardo Estévez, Fernando Chalabe encabezaron el segundo.

 

Porgy and Bess con música de George Gershwin fue el último título lirico de la Temporada. Con primera representación en 1992 esta obra volvió al escenario del Teatro Colón 24 años después, olvidando la gran cantidad de óperas cuya última representación se halla más alejada en el tiempo, sin contar las que nunca se han representado y que son consideradas internacionalmente mucho más importantes que la referida. Se representó con una puesta itinerante de la ópera de Ciudad del Cabo con dirección musical de Tim Murray y escénica de Christine CrouseXolela Sixaba; NonhlanhlaYende / Philisa Sibeko; Mandisinde Mbuyazwe; Lukhanyo Moyake; Siphamandla Yakupa / Noluvuyiso Mpofu; Goitsemang Lehobye y Miranda Tin fueron sus principales intérpretes.

 

La temporada de Ballet se anunció que comenzaría en marzo con cinco funciones fuera de abono de El lago de los cisnes con coreografía de Maximiliano Guerra en el estadio Luna Park, pero no se hicieron y en palabras del coreógrafo “fueron reprogramadas”.

 

La Temporada finalmente comenzó el 26 de abril, con Don Quijote, el soñador de la Mancha con coreografía de Maximiliano Guerra, según Marius Petipa con Emmanuel Vázquez como solista invitado, de deslucida actuación.

 

Le siguió Noche Contemporánea con los estrenos de Amor, el miedo desaparecerá de Walter CammertoniBosque de espejos de Constanza MacrasPor vos muero de Nacho Duato (obra en la que más se lució el Ballet Estable), e In the Middle Somewhat Elevated de William Forsythe.

 

Calificada por muchos aficionados como una noche inolvidable la Gala internacional de ballet 2016, realizada el 4 de septiembre convocó a grandes estrellas internacionales de la disciplina: Alessandra Ferri, Herman Cornejo, Marianela Núñez, Federico Bonelli, Laura Hecquet, Mathieu Ganio, Elisa Badenes, Pablo von Sternenfels, junto a grandes figuras del Ballet Estable como Alejandro Parente y Macarena Giménez. El 11 del mismo mes fue la primera representación de Onieguin con coreografía de John Cranko con Marianela Núñez como bailarina invitada junto a destacados integrantes del Ballet Estable como Alejandro ParenteFederico Fernández, Natalia Pelayo y Vagram Ambartsoumian.

 

Noviembre llegó con la reposición de La bayadera con coreografía de Natalia Makarova y excelentes actuaciones de Ludmila Pagliero (primera actuación en la Argentina) junto a Herman Cornejo y figuras de nuestro primer coliseo como Macarena Giménez, Edgardo Trabalón y Vagram Ambartsoumian.

 

En diciembre el Ballet Estable realizó tres funciones de Giselle en el Parque Centenario con entrada libre y gratuita.

 

La temporada de conciertos de la OFBA comenzó en marzo con el Abono Chaikovski donde además de las sinfonías del compositor ruso se interpretó la Obertura 1812Capricho italiano, Op. 45, Francesca da Rimini, Op. 32 y la Obertura fantasía Romeo y Julieta, todos los conciertos fueron dirigidos por su titular, quien además de dirigir no pudo abstenerse de la tentación de hacer acotaciones innecesarias al principio de cada concierto.

 

El 17 de marzo comenzó el ciclo de abono del Organismo que contó con 15 presentaciones, nueve con dirección de su titular y las restantes con la batuta de Zhang Guoyong, Roberto Minczuk, Darío Domínguez Xodo, Wolfgang Wengenroth en lugar de Emilio Pomarico, Leonid Grin, Carl St. Clair, actuaron como solistas Bruno Leonardo Gelber, Philippe Entremont, Ilya Kaler, Ray Chen, Natasha Binder, Sergio Tiempo, Karin Lechner, Joshua Bell, Carlos Nozzi, Luis Ascot, Marcela Roggeri, Jean-Philippe Collard, Anssi Karttunen, Ann Hobson Pilot y Pablo Saraví.

 

Además, las Orquestas Estable y Filarmónica desarrollaron un interesante ciclo de conciertos con entrada libre y gratuita en la Usina del Arte, con destacados directores y solistas, fueron once en el caso de la Filarmónica y diez en el caso de la Estable.

 

Se realizaron también dos ciclos de abono el Azul y el Verde, el primero con la participación de Martha Argerich, la Orquesta West-Easter Divan y Daniel Barenboim, que contó con el debut en la Argentina de Jonas Kaufmann. El segundo con Renée Fleming, nuevamente Jonas Kaufmann (esta vez con piano, pero con un programa muchísimo más extenso), Lang Lang, la Filarmónica de Israel junto al admirable maestro Zubin Metha y la Filarmónica de Buenos Aires interpretando la 8º Sinfonía de Mahler.

 

El Centro de Experimentación desarrolló una exitosa programación con más de once títulos entre los cuales es de destacar el Primer Festival Nueva Ópera Buenos Aires desarrollado en el CCK, el Teatro 25 de Mayo, la Usina del Arte, Centro de las Artes, UNSAM y el Salón Dorado del Teatro Colón y la quinta edición del ciclo Festival Integrales con obras de Matteo Cesari, Taka Kigawa y Miranda Cuckson.

 

La ópera de cámara además del anteriormente citado título de Mahagonny Songspiel, puso en escena El teatro de los milagros de Hans Werner HenzeThe Tempest Songbook de Kaija Saariaho y Henry PurcelEl enfermo imaginario con música de Marc-Antoine Charpentier y Jean-Baptiste Lully. También fue destacable la intervención del Instituto Superior de Arte y la Orquesta Académica con un ciclo de nueve conciertos.

 

Antes de terminar el año más precisamente el 29 de noviembre en la sala del Centro de Experimentación del Teatro Colón, la Directora General del Teatro Colón María Victoria Alcaraz y el Director artístico Darío Lopérfido presentaron la temporada artística 2017 del Teatro Colón.

La temporada constaría de las óperas Adriana LecouvreurLa prohibición de amar, Giulio Cesare in Egitto, El caballero de la rosa, Ascenso y caída de la ciudad de MahagonnyLa traviata, Tres hermanas, Rusalka, y Andrea Chenier.

 

Pero si algo podía pasar, pasó. Nuevamente las repercusiones sobre los dichos de Lopérfido sobre cuestiones ya expuestas sumadas a otras dichas a quienes asistían a los ensayos generales del Teatro Colón: «Viniste acá a escuchar una ópera porque yo lo hago gratis y lo dispuse yo» provocaron el alejamiento de su último cargo en la Ciudad; lógicamente, las razones esgrimidas fueron otras: “Me voy feliz de haber puesto al Colón muy alto, y feliz por una oferta laboral en el exterior fabulosa”. Oferta que lo convertiría en Representante Especial para la Promoción de la Cultura Argentina en la embajada de nuestro país en Alemania, cargo que ocuparía desde el 24 de abril de 2017 hasta el 6 de marzo de 2018, puesto que de manera evidente había sido especialmente creado para él, ya que no tuvo ni predecesor, ni reemplazante luego de su apartamiento. De esta manera, quien en un momento tuvo tres puestos de alto nivel en la administración pública, pasó a retiro. El director del Ballet Estable también fue apartado de su puesto y ambos fueron reemplazados por Enrique Arturo Diemecke y Paloma Herrera respectivamente.

 

Si bien se cumplió con la mayoría de los títulos anunciados, los protagónicos sufrieron alteraciones. Ya de entrada se produjo un polémico caso en que la soprano rumana Angela Gheorghiu publicó un post en Facebook anunciando que no iba a encabezar el reparto de Adriana Lecouvreur como estaba previsto, esgrimiendo entre otras razones "falta de profesionalidad" y "descortesía por parte del teatro”. Finalmente fue reemplazada por Virginia Tola, pasando de formar parte del segundo elenco al primero y Sabrina Cirera cubrió la vacante en éste al tiempo que Mario Perusso reemplazó a Francesco Iván Ciampa anunciado oportunamente.

 

De esta manera el doble reparto estuvo formado de la siguiente manera: Virginia Tola / Sabrina Cirera; Leonardo Caimi (de notable interpretación) / Gustavo López Manzitti; Alessandro Corbelli / Omar Carrión; Nadia Krasteva / Guadalupe Barrientos; con dirección de escena y vestuario de Anibal Lapiz y escenografía de Christian Prego.

 

La prohibición de amar, ópera de Richard Wagner excluida del Canon de Bayreuth por el propio autor llegó al Teatro Colón en carácter de primera representación. Con dirección musical deOliver von Dohnanyi y escénica de Kasper Holten, sin duda en un desperdicio de medios económicos y artísticos, al menos, permitió conocer entre otros a estos dos artistas de jerarquía. Los principales papeles del doble elenco fueron cubiertos por: Lise Davidsen (sin duda la estrella de la noche, y cuya voz sería interesante volver a escuchar en una obra de mayor envergadura) / Jaquelina Livieri, María Hinojosa / Mónica Ferracani, Peter Lodahl Pablo Pollitzer, Christian Hübner Mariano Gladic.

 

Sin lugar a duda los cantantes (Franco Fagioli, Amanda Majeski, Adriana Mastrangelo, Jake Arditti, Flavio Oliver, Martín Oro, Hernán Iturralde y Mariano Gladic) y el director de orquesta Martin Haselböck hicieron posible que un reducido grupo de espectadores no huyera despavorido de la sala durante la representación Giulio Cesare in Egitto por la poco acertada concepción escénica de una ópera seria por parte de Pablo Maritano.

 

Las representaciones de El Caballero de la rosa, con Alejo Pérez el destacado y en ascenso director argentino y el famoso régisseurRobert Carsen representado en el país por Bruno Ravella no estuvieron a la altura de las históricas representaciones del título en el Teatro. Los principales intérpretes del doble elenco fueron Manuela Uhl / Carla Filipcic Holm; Kurt Rydl / Julian Close reemplazante de Lucas Debevec Mayer anunciado oportunamente; Jennifer Holloway / Guadalupe Barrientos; Oriana Favaro / Marina Silva; John Hancock / Héctor Guedes y Daríí Schmunck / Santiago Ballerini.

 

La producción de Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny en manos de Marcelo Lombardero alcanzó ribetes de excelencia con marcaciones individuales y de grupo de notable calidad. De la misma manera fue de muy alto nivel la dirección orquestal en manos de David Syrus reemplazante de Facundo Agudín y las intervenciones vocales en manos de Iris Vermillion / Alejandra Malvino; Nicola Beller Carbone / María Victoria Gaeta; Nikolai Schukoff / Gustavo López Manzitti; Pedro Espinoza / Fernando Chalabe; Hernán Iturralde / Luis Gaeta; Gonzalo Araya Pereira / Duilio Smiriglia; Luciano Garay / Alejandro Spies e Iván García / Román Modzelewski.

 

Inexplicablemente la producción de La traviata anunciada y vendida a los abonados de Franco Zeffirelli y puesta de Sofia Coppola con escenografía de Andrea Miglio y vestuario de Valentino, Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, fue reemplazada por una vetusta (y severamente criticada en su estreno en la ópera de Roma en 1991) de Franco Zeffirelli. La dirección de Evelino Pidò resultó aburrida y sin matices, de los protagonistas del primer elenco Ermonela Jaho, Saimir Pirgu, Fabián Veloz, solo este último estuvo a la altura de las expectativas que el título despierta a sus oyentes, el segundo elenco formado por Jaquelina Livieri, Darío Schmunck y Leonardo López Linares tampoco despertó grandes pasiones.

 

El título Tres hermanas de Peter Eötvös fue pospuesto para el año siguiente, debido a la solicitud para tomar su cargo de Paloma Herrera de duplicar las presentaciones del Ballet Estable.

 

En noviembre y en carácter de primera representación en el Teatro Colón, se escuchó Rusalka de Antonín Dvorák, obra que tuvo su primera representación en la Argentina el 2 de octubre de 2015, en el Teatro Avenida, por la compañía de Buenos Aires Lírica. La poco agraciada producción del Teatro de Bellas Artes de México tuvo como concertador a Julian Kuerti y como director de escena a Enrique Singer. Se llevaron a cabo cinco funciones con un doble elenco cuyos principales protagonistas fueron: Ana María Martínez / Daniela Tabernig; Dmitry Golovnin / Fernando Chalabe; Ante Jerkunica / Mariano Gladic; Elisabeth Canis / María Luján Mirabelli y Marina Silva / Sabrina Cirera.

 

Andrea Chénier, la última ópera de la temporada lírica, fue sin lugar a duda la ópera de los reemplazos. Christian Badea reemplazó a Donato Renzetti en la dirección orquestal; Matías Cambiasso a Lucrecia Martel en la dirección escénica; Emilio Basaldúa a Enrique Bordolini en la escenografía y Eduardo Caldirola a Julio Suárez en vestuario; y en la parte vocal del anunciado como primer elenco Jose Cura reemplazó a Marcelo Álvarez en el protagónico; Charles Gérard fue Fabián Veloz en lugar de Roberto Frontali y Anna Pirozzi fue reemplazada por María Pía Piscitelli como Maddalena de Coigny. Con respecto al elenco de la función fuera de abono se respetaron los anunciados: Andrea Chénier fue Gustavo López Manzitti; Charles Gérard, Leonardo Estevez y Maddalena de Coigny, Daniela Tabernig. A pesar de todos los cambios las funciones tuvieron un alto nivel de presentación e interpretación.

 

Sylvia, el ballet en tres actos con coreografía de Frederick Ashton y reposición de Susan Jones marcó un auspicioso comienzo de Paloma Herrera al frente del cuerpo de baile del Teatro Colón, acompañada con justeza por los primeros bailarines de la compañía, que conformaron tres elencos armoniosos: Nadia Muzyca / Karina Olmedo / Isabella Boylston; Maximiliano Iglesias / Nahuel Prozzi / Federico Fernández y Dalmiro Astesiano / Emanuel Abruzzo / Alejandro ParenteLa fierecilla domada con coreografía de John Cranko anunciada para finales de junio, principios de julio fue reemplazada por El lago de los cisnes con coreografía de Mario Galizzi basada en los originales de Marius Petipa y Lev Ivanov. Fue, a decir de los expertos, una función sin gracia y que revivió la pregunta ¿de que sirve comprar un abono, si finalmente no se cumple con lo prometido?

 

La bella durmiente del bosque con coreografía de Mario Galizzi basada en Marius Petipa, fue el tercer título de la Temporada de Ballet, del cual se realizaron ocho funciones con un triple elenco que incluyó entre sus figuras a Nadia Muzyca / Camila Bocca / Marianela Núñez; Juan Pablo Ledo / Federico Fernández / Maximiliano Iglesias; Ayelén Sánchez / Paula Cassano / Ludmila Galaverna y Natalia Pelayo / Ayelén Sánchez / Nadia Muzyca.

 

Nuevamente no se respetó lo anunciado por la Dirección General y El cascanueces con coreografía de Rudolf Nureyev con reposición coreográfica de Aleth Francillon, reemplazó a Notre Dame de Paris con coreografía de Roland Petit. El elenco estuvo encabezado por Macarena Giménez / Nadia Muzyca; Maximiliano Iglesias / Juan Pablo Ledo; Edgardo Trabalón / Facundo Luqui y Natalia Pelayo / Ayelén Sánchez / Emilia Peredo Aguirre.

 

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires anunció un ciclo de Abono a 17 conciertos, once de los cuales a cargo de su titular, pero sólo dirigió nueve y fue reemplazado por otros prestigiosos directores en los restantes. En carácter de directores invitados participaron de la Temporada: Leif Segerstam, Claudio Vandelli en reemplazo de Alexander Vedernikov, Mario Perusso, Carlos Vieu, Maximiano Valdés, Vladimir Verbitsky en lugar de Leos Svarovsky y Carlos Prazeres. Como solistas vocales estuvieron presentes: Alfonso Mujica, Martín Oro en lugar de Damián Ramírez, Laura Rizzo, Diana Damrau, Nicolás Testé, el CETC, y el CNTC, además de los solistas instrumentales: Mariano Rey, Javier Dragún, Ángel Romero, Jean Louis Steuerman, Claudio Barrile, Radek Baborak, Pinchas Zukerman, Amanda Foryth, el Cuarteto de amigosElena Bashkirova, el Cuarteto Gianneo, Peter Donohoe, Midori y Freddy Kempf en lugar de Boris Berezovsky.

 

Como venia siendo habitual, hubo un Abono Azul también llamado Festival Barenboim, que se desarrolló entre finales de julio y principio de agosto, con dos presentaciones dedicadas a dúos de piano con Martha Argerich y Daniel Barenboim, y tres conciertos de la Orquesta West-Eatern Divan, dos de ellos con Martha Argerich como solista y dirigidos todos ellos como es habitual por Daniel Barenboim. Una de las funciones de dúos y otra de la orquesta con Martha Argerich fueron fuera de abono.

 

El abono Verde, contó con un concierto de la Orquesta Estable del Teatro Colón dirigido por Isaac Karabtchevsky y la participación de Sergio Tiempo como solista; seguido por un concierto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Enrique Arturo Diemecke marcando el debut de Javier Camarena en la Argentina; la tercera presentación sería la de la famosa intérprete Jessy Norman acompañada al piano por Damian Sneed pero este recital fue cancelado por problemas de salud de la cantante y reemplazado por uno de Denyce Graves acompañada al piano por Laura Ward.

 

Se realizó un ciclo denominado Colón en familia, orientado hacia los más pequeños que incluyó: Armónicos con onda; Pulgarcito de Hans Werner HenzeAlicia en el país de las maravillas con coreografía de Alejandro CerveraLa cenicienta con música de Gioachino RossiniLa bella durmiente del bosque, y El concierto de las aves.

 

El Centro de Experimentación cumplió con una labor realmente encomiable con obras como: Residencia Marino Formenti, Festivales Integrales: Vanguardia Argentina, El cuervo de Toshio Hosokawa; Foco Boulez; Música electrónica viva, In momine lucis, Barstow, El hombre que amaba a los perros y Los trabajos y los días, siempre con gran afluencia de público.

 

El Ciclo Colón Contemporáneo se desarrolló con De Materie de Louis AndriessenPléïades de Iannis Xenakis y obras de James TenneySinfonía de Luciano Berio junto a trabajos de Lutoslawki Adés, entre otras obras y compositores de vanguardia.

 

La ópera de cámara estuvo representada por La grotta di Trofonio de Antonio SalieriApolo & Jacinto de Wolfgang Amadeus Mozart en el Teatro 25 de Mayo, Piedade de João Guilherme Ripper en el CETC.

 

El Ciclo de Interpretes argentinos tuvo 12 presentaciones con entrada libre y gratuita y gran afluencia a de público.

 

A principios de diciembre de 2017 se presentó en la Plaza Lavalle la temporada 2018 del primer coliseo porteño. Más allá de los títulos que se anunciaron, las promesas que se hicieron fueron repeticiones de promesas, que aquellos que hayan participado de más de una de estas conferencias de prensa seguramente habrán escuchado en infinidad de ocasiones. Quienes seguramente nunca las escucharon son quienes las efectúan, porque en muy pocas oportunidades estuvieron tan cerca del Teatro Colón como en el momento de hacer los anuncios. Quien evidentemente nunca escuchó, ni volvería a escuchar esta letanía de promesas fue el Ministro de Cultura Angel Mahler debido a que pocos días después, más precisamente el 12 de diciembre de 2017 dejaba su puesto para cederle la posta a Enrique Avogadro, quien en el momento de escribir esas líneas aún la conserva.

 

La Temporada de Ópera 2018 comenzó el martes 13 de marzo con la ópera Tres hermanas de Péter Eötvös que se había pospuesto del año anterior con la excusa de darle más visibilidad al Cuerpo de baile, la representación se efectuó en carácter de primera representación americana con dirección musical Christian Schumann dirección escénica de Rubén Szuchmacher. Punto destacable, más allá de las tres hermanas, Elvira Hasanagic, Anna Lapkovskaja y Jovita Vaškevi?i?t?, fue la labor de Marisú Pavón quien compuso excelentemente un personaje sumamente complejo desde la parte actoral y musical. El retorno de Rubén Szuchmacher al Colón, no puede describirse de otra manera que no sea extremadamente afortunado, logró con pocos elementos recrear la atmósfera de agobio y, por momentos, de humor mordaz que posee la obra. Excelente el desempeño de Christian Schumann al frente de la orquesta principal y de Santiago Santero de otra ubicada al fondo del escenario.

 

El segundo título fue La italiana en Argel, con un doble reparto encabezado por Nancy Fabiola Herrera / Florencia Machado; Xabier Anduaga / Santiago Ballerini; Nahuel Di Pierro / Ricardo Seguel Damon Ploumis / Omar Carrión. La puesta en escena de Joan Anton Rechi no cumplió con el objeto de la obra, la diversión del público, recurriendo a actitudes que rozaban el buen gusto, al tiempo que la dirección de Antonello Allemandi se ajustó a la partitura, pero sin imprimirle tampoco la gracia requerida por ésta.

 

Con Aida de Giuseppe Verdi se conmemoró los 110 años de la apertura del actual edificio del Teatro Colón, y tres elencos participaron de las siete representaciones del inmortal título verdiano. Latonia Moore / Mónica Ferracani / Haydee Dabusti; Nadia Krasteva / Guadalupe Barrientos / María Luján Mirabelli; Riccardo Massi / Enrique Folger / Fernando Chalabe; Mark Rucker / Leonardo López Linares y Roberto Scandiuzzi / Lucas Debevec Mayer / Emiliano Bulacios. Carlos Vieu fue el responsable de la dirección orquestal al tiempo que Anibal Lapiz y Christian Prego fueron los responsables de la reposición original de Roberto Oswald. La primera función, fuera del ciclo de abono fue realizada por todos cantantes argentinos (lo que en general se conoce como segundo elenco) hecho poco habitual pero acorde con la celebración.

 

El miércoles 11 de julio en un horario poco habitual para Buenos Aires (18.00) subió a escena Tristan und Isolde de Richard Wagner con la magistral dirección de Daniel Barenboim al frente de la Staatskapelle Berlin con una producción invitada de la Ópera de la capital alemana. También todo el elenco, exceptuando a Gustavo López Manzitti (de magnífica actuación) formaba parte de la compañía huésped. Lamentablemente el protagonista Peter Seiffert en todas las funciones excepto en la última, tuvo dificultades para llegar al final en plenitud de sus medios vocales del azaroso personaje, mientras que Anja Kampe e Iréne Theorin que se turnaron en la interpretación de la princesa irlandesa, fueron sobresalientes intérpretes en especial Theorin quien pareció la Nilsson resucitada, también de primer nivel fueron las actuaciones de Kwangchul Youny y Boaz Daniel. Fueron unas funciones difíciles de olvidar. La Staatskapelle por su parte hizo una serie de cinco conciertos en el CCK junto a su titular, en una alianza cultural entre la Ciudad y la Nación, lamentablemente poco frecuente.

El impresionismo francés tuvo su cuota con Pelleas y Melisande de Claude Debussy, una obra difícil de digerir para el público en general muestra de lo cual fueron las incesantes huidas del público durante todo el espectáculo, y que marcó el debut del Director artístico de la compañía en la dirección orquestal de una ópera en la sala del Teatro. José Luis Fiorruccio, Nicolás Boni, Jesús Ruíz y Susana Gómez responsables de la puesta, hicieron un espectáculo de un exquisito refinamiento. Verónica Cangemi, Giuseppe Filianoti, David Maze, Lucas Debevec Mayer, Adriana Mastrangelo, Marianella Nervi Fadol y Miguel Martínez al frente del Coro Estable protagonizaron un trabajo de jerarquía.

 

Ocho funciones de la obra más representada en la historia del Teatro Colón, La bohème de Giacomo Puccini fue el título siguiente de la temporada. En una coproducción con la ópera de Tenerife, hermoso lugar de España, pero con una tradición operística distante a la de Buenos Aires, tuvo como responsable de la puesta a Stefano Trespidi, quizás ligeramente incoherente en el primer acto y excesivamente recargada en el segundo. Enrique Bordolini en la escenografía e Imme Möller en el vestuario realizaron un muy buen trabajo. Mariana Ortíz / Marina Silva; Attala Ayan / Gustavo López Manzitti; Fabián Veloz / Vinícius Atiquey Jaquelina Livieri /Paula Almerares conformaron el doble elenco de protagonistas.


Las estaciones, el oratorio en cuatro partes de Joseph Haydn no tuvo, a pesar de la destacada intervención de los intérpretes vocales, el Coro Estable del Teatro Colón dirigido por Miguel Martínez, Daniela Tabernig, Hernán Iturralde y Carlos Ullán, una buena acogida. Comenzando por el hecho de haber sido incluido en un abono de ópera y la desafortunada concertación de Carmen Moral de méritos desconocidos.

 

La coordinación entre la Ciudad y la Nación evidenciadas en las presentaciones de la Staatskapelle volvieron a foja cero con la descoordinación entre las funciones de Norma de Bellini y la organización de la cumbre del G20. A lo cual se debería agregar los cambios del elenco anunciado inicialmente: Mario Pontiggia reemplazó a Stefano Viziolli en la dirección escénica, Bárbara Frittoli y Carla Filipcic fueron reemplazadas por Holm Anna Pirozzi y Christina Major en el papel titular, Héctor Sandoval cantó todos los Pollione que inicialmente habían sido asignados a Gastón Rivero y Fermín Prieto y Annalisa Stroppa asumió todas la funciones de Adalgisa, quedándose libre Alejandra Malvino ya que la función fuera de abono no se realizó. Es difícil entender que no se hayan podido evitar estos reemplazos y cancelaciones teniendo en cuenta la anticipación con que se programan los movimientos de los asistentes al G20. No obstante, las funciones que se realizaron con dirección musical de Renato Palumbo resultaron de gran interés.

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, realizó un ciclo de 18 conciertos de abono, siete dirigidos por su titular, mientras

 

Víctor Fernández

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